viernes, 18 de julio de 2008

PENSANDO EN VOZ ALTA

No sé si la sensibilidad es un defecto o una cualidad.
Hay días en que pienso que es maravillosa...sobre todo al mirar atras y recordar aquellos años en los que podía dedicarme a dar rienda suelta a mi creatividad y a mi pasión, cuando mi vida no estaba tan organizada, cuando no me importaba tanto lanzarme al vacío y dejar que mis sentimientos lo llenaran todo, hasta el exceso.

Era una necesidad, una liberación...supongo que eso estuvo allí desde el principio...nadie lo forzó, nadie lo inventó...estaba ahí y era parte de mi.

Otras veces, sin embargo, creo que es un yugo muy pesado...porque jamás puede ser correspondida, jamás comprendida...jamás ignorada...y las bofetadas, son más duras.

Cada persona tiene su cruz, para luchar...si no, sería demasiado fácil. Cada persona tiene su cruz para caer...y darse cuenta de que la debilidad, también se vence. Cada persona tiene su yo, al que debe aprender a amar...al que debe conocer y al que debe aceptar, porque sólo así, encontrará su Verdad.

jueves, 17 de julio de 2008

UNA GRAN ALEGRÍA


Yo soy una de las jóvenes que años atrás acudía a las "Jornadas mundiales de la juventud", con el Papa. Ya no voy, porque gracias a ellas, entre otras cosas, mi vida tomó un camino concreto y ahora tengo otras responsabilidades que me lo impiden.
Sin embargo, me sigue emocionando profundamente ver las imágenes de todos esos jóvenes exultantes, deseosos de recibir una Palabra que les alimente y les de ánimo en el difícil trayecto de la vida.
Son días duros; a la paliza del viaje se une el dormir poco, comer cómo y cuando se puede, caminatas, autocares..pero es el espíritu de cualquier peregrinación, donde, esas pequeñas cosas no son en absoluto lo que más importan.
Esta mañana me he levantado, he encendido la radio y me he llevado una sorpresa monumental...El Papa Benedicto XVI estaba hablando, era su discurso de bienvenida en vivo y en directo...

Yo soy de la generación de Juan Pablo II, con él he vivido mis experiencias "peregrinas" y reconozco que sus palabras siempre me emocionaron y motivaron...para mi es alguien especial, el cariño y respeto que siento por su persona, es muchísimo.

Con Benedicto aún no había conectado mucho, lo reconozco...también es verdad que el ajetreo de vida que llevo, no me permite estar al día de todas sus intervenciones y palabras. Sí me leí su libro "Jesús de Nazaret"...me gustó, aunque no me resultó fácil de leer...en fin, cómo digo...que aún no sentía esa conexión que me unía al anterior Papa.

Recuerdo que cuando fue elegido, se suscitaron muchas polémicas, como es lógico. Una tarde estaba mi casa, escuchando un programa de radio sobre la elección de Benedicto como nuevo pontífice. La gente llamaba a la emisora y dejaba su opinión reflejando, inquietud..., escepticismo...y también tristeza...¡¡Es que, realmente Juan Pablo II había dejado el listón muy alto !!

En ese momento fui a por el teléfono y llamé a la radio...jamás pensé que me cogerían, pero, cual fue mi sorpresa cuando me dieron paso en directo y tuve que aportar mi experiencia y opinión al debate.

Recuerdo que rápidamente vino a mi mente la figura del Espíritu Santo y cómo su poder es superior a cualquier cualidad humana...Si creemos que Él existe...¿De qué tener miedo? Benedicto XVI, era el Papa que Dios había querido...había permitido que estuviera ahí...nosotros debíamos confiar, esperar y estar abiertos a recibir, no lo mismo que con Juan Pablo, ya que son personas diferentes...pero sí algo bueno para nosotros y sobre todo...Palabra de Dios.

Me preguntaron entonces algo..."¿Qué esperas tú de este Papa?", a lo que yo respondí:

"Me considero una persona joven, a pesar de ello, estoy casada y tengo 3 hijos (aún no estaba Pablete con nosotros...), cosa poco corriente en esta época para la gente de nuestra edad. He seguido a Juan Pablo II y gracias a su ánimo y fortaleza espiritual hemos sido capaces de formar una familia cristiana a pesar de muchas dificultades, críticas y la sensación de ir contra corriente permanentemente.

A Benedicto sólo le pido que no se olvide nunca de los jóvenes y las familias que intentamos seguir cada día a Cristo contra viento y marea y que, necesitamos permanentemente el ánimo para saber que no estamos solos y que nuestras dificultades tienen sentido."

Esta mañana, escuchando a Benedicto XVI se me han saltado las lágrimas y me he emocionado muchísimo, porque su discurso estaba cargado de belleza cuando describía todas las maravillas de la Creación, porque estaba cargado de valentía cuando decía que "nadie está obligado a no ser cristiano" e invitaba a los jóvenes a no rendirse ante el relativismo y la mentira y a no verse solo como "productos para una sociedad de consumo y creación de dinero", sino como criaturas pensadas y amadas profundamente por Dios. Ha animado a dar testimonio con perseverancia, recordando a tantos que dieron sus vidas por anunciar el Evangelio a lo largo de todas las épocas...y ha alertado de los peligros y tentaciones que nos venden como "cosas buenas" y que destruyen a la persona.

En definitiva...me ha hecho recordar aquellos años en los que mi vida se estaba forjando y necesitaba referencias y personas que me hablaran claro, desde la verdad de mi existencia...sin tapujos, sin medias tintas...respetando mi libertad y abriéndome caminos para seguir adelante.

A día de hoy, sólo tengo agradecimiento y espero y sé, que muchos jóvenes que están allí o en otras partes del planeta se sentirán impulsados por esta llamada y podrán encontrar en Cristo y en la Iglesia el sentido de su vida. Su mayor tesoro.

miércoles, 16 de julio de 2008

¿ALGUIEN LO ENTIENDE?

Ayer escuché una noticia que me dejó alucinada...

Reconozco que no soy experta en política y determinados conflictos internacionales, no los domino...¿Será eso lo que me ocurre en este caso?
La noticia habla de un intercambio de prisioneros entre Israel y el grupo armado Hizbulá.
Veo esto...y en principio me sorprendo, ya que no entiendo las negociaciones con terroristas...pero decido seguir leyendo, a ver si saco algo en claro.
Resulta que esta organización terrorista tiene al gobierno israelí atado de pies y manos tras un ataque en 2006, en el que el ejército de Israel bombardeó el Líbano matando a 1200 civiles.

Se supone que los terroristas hubieran preferido una "negociación a medida" en lugar del bombardeo...aquello, no sucedió y, a pesar de haber contrarrestado con varios ataques terroristas en busca de "venganza", se han ido creciendo en sus pretensiones y reivindicaciones y en el día de hoy ven colmados sus anhelos y confirman su victoria, con este intercambio pactado.

¿Cómo es esto posible?, ¿Acaso se puede poner precio a la muerte de las personas?, ¿Unos muertos valen más que otros?
Pues, la verdad...lo que ya me deja con los ojos como platos, es ver los términos en los que se produce el intercambio: 5 terroristas y 199 cadáveres de árabes retenidos por el Estado de Israel, a cambio de 2 soldados israelíes capturados en 2006, a los que se da por muertos.

No debo estar yo muy puesta en negociaciones...pero a mi como poco, me parece disparatado.

Nunca justificaré las guerras ni pensaré que la violencia pueda resolver conflictos. Tampoco puedo creer que unos son siempre los buenos y otros los malos...

El terrorismo me espanta...las guerras también...pero, no sé quien pone la vara de medir ni a quien puede beneficiar este acuerdo...ni siquiera creo que sirva para lavar conciencias...

La historia ha continuado a lo largo de la mañana, podéis leerla AQUÍ y sacar vuestras propias conclusiones.

Si alguien lo comprende, por favor, que me lo explique.

martes, 15 de julio de 2008

EL FINAL


Cuando despertó estaba de nuevo en
casa...

Nada de esto tendría sentido si no fuera por la certeza interior de que algo había cambiado en él.

No hay que buscar explicación, no hay que preguntarse si todo tiene un por qué...a veces las cosas suceden sin más, por increíble que parezca.

Ahora que estaba de regreso sentía que debía corresponder a aquel pacto que devolvió la vida a Silouh.

Ella estaba aún ahí, lo sabía...en algún lugar, en el oasis de Meneh, se encontraba unido a ella de un modo profundo, podía sentirla en su corazón...y sabía que ella también....

Su experiencia de Dios duró un segundo, no hizo falta más, pero le transformó la vida. Tenía la certeza de que Él existía...que le había ayudado...¿Cómo podría negarlo?, ¿Cómo olvidarlo?, ¿Qué le sucedería de ahora en adelante?

De vuelta a su vida, a su realidad, cumplió su parte del "pacto"...dio el primer paso para incorporarle a su vida y Él, de nuevo, volvió a hacer el resto.

La casa empezó a construirse desde cero...poco a poco...

Su vida siguió llena de dificultades, de sinsabores, también de alegrías y buenos momentos. Silouh permaneció ahí...como un hito...

Muchas veces pensó en ella y deseó de corazón volver a verla, escuchar su voz, tener su apoyo y la luz de su mirada, pero no hizo falta.

En alguna ocasión volvió a desiertos...más lejanos, más inhóspitos...pero nunca volvió a sentir miedo y jamás se encontró solo.

Hay quien dedica a su vida a buscar tesoros...y quien, sin buscarlos, los encuentra...¿Cual es el secreto?...Para él, sólo uno...conservar siempre viva
LA ESPERANZA.

lunes, 14 de julio de 2008

VIAJE AL DESIERTO (IV)


"Las historias no tienen principio ni final, sólo se transforman según los ojos y el momento en que las miras"


A aquel instante le siguió un gran vacío y se apoderó de mi un pánico infinito. Miraba al fondo del pozo como quien espera encontrar un milagro, o despertar de un sueño. No veía nada...sólo el reflejo del agua...no había rastro de ellos.

Parecía que el tiempo se había detenido, los segundos se prolongaban como horas...sentí terror cuando fui consciente de que nada podía hacer...

He oído muchas veces que cuando alguien se acerca al momento de su muerte, la vida pasa ante sus ojos como una película...a mi, me ocurrió lo mismo...era como buscar entre los archivos de mi mente un cabo al que agarrarme...una referencia, una señal que me dijera como actuar...

"Debían haber muerto...sí
Estaban muertos...
Nadie soportaría esa caída...nadie podría permanecer sumergido tanto tiempo..."

Aún no sé por qué ni cómo, pero, un pensamiento cruzó mi mente, fue un gritó ahogado que salió de lo más profundo de mi ser. Cerré los ojos y con toda mi fuerza supliqué: "¡Dios mío...por favor, sálvales...!"

Fue un grito de necesisdad, de auténtica fe...nunca antes había pensado en Dios de esa forma.

Para mi Dios era un "ente superior", alguien elevado, ajeno a mi vida...

Por tradición familiar siempre había creído en él...pero jamás como alguien que pudiera escucharme, actuar en mi vida o aparecer ante mi de un modo palpable y visible.

En aquel momento de angustia vital, cuando la persona que más me importaba se había esfumado sin esperanza...entonces, todas aquellas cosas oídas, aprendidas, vistas en mi entorno, se tornaron por un segundo reales y creí...supe, verdaderamente, que sólo Él podría ayudarnos.

Sentí en mi interior como si sellara un pacto...como si aquello cambiara todo...fue como entregar verdaderamente mi alma a cambio de la de Silouh...tan sólo duró un segundo, pero confié...

Y entonces...Silouh y su pequeño...lanzando un grito...emergieron de agua. ¡¡Estaban vivos !!

Fue un cúmulo de sentimientos...culpabilidad, temor, alegría...básicamente asombro, ante aquello que se había producido en mi interior y ante la respuesta certera y desconcertante...de un Dios, a quien jamás había sentido antes.

La gente del poblado ya había acudido al pozo, aunque yo, era completamente ajeno a ello. Estaba paralizado...inmovil...esperando únicamente constatar que ella estaba viva...
Quería ver sus ojos...su cara...aunque, ciertamente, temía enfrentarme a su mirada, me sentía profundamente cobarde...y, de algún modo egoísta.

No podía evitar pensar que, si no la hubiera llevado allí...si no hubiera querido absorber su esencia antes de partir...llevármela conmigo para siempre, y no compartirala...quizá...aquello no habría sucedido.

Temía encontrar reproches en su mirada...que nuestro amor se hubiera esfumado...que ella me odiase por aquello.

Por fin les sacaron del pozo. El pequeño estaba sano y salvo, apenas unos rasguños y cara de pánico. Pero Silouh...¡Aquello me rompió el alma!

Su cuerpo era un despojo...todo eran heridas...huesos rotos...Su piel estaba cubierta de sangre...y su rostro reflejaba el dolor y el sufrimiento.

Quise huír...gritar...desaparecer de aquella escena...Sin embargo...girando su rostro, me buscó y nuestras miradas se cruzaron.

Jamás olvidaré aquel momento...siempre diré que de ella aprendí mucho...si no, todo...al menos, lo más importante.

Su mirada parecía entenderme, saber lo que me estaba ocurriendo, conocer todo lo que sucedió en mi interior mientras ella se debatía entre la vida o la muerte. Todo era paz en sus ojos...a pesar de tanto dolor miró mi rostro desencajado y me dijo..."Tranquilo...no tengas miedo, sonrie siempre".

Aquello...me desarmó, pero a la vez, me devolvió la paz. Aquellas palabras me demostraron un amor por encima de todo mi egoismo...una confianza ciega en mi persona aún habiéndole fallado, una sabiduría profunda sobre la vida y la adversidad.
Ella siempre me habló de mi sonrisa...de algún modo me la devolvió al sacarme de aquel desierto y llevarme a su oasis. En aquel momento me confirmó que nuestro encuentro no había sido casual y me hizo sentir que por fin había hallado el camino de vuelta a casa...
Regresamos al poblado...Silouh se tenía que recuperar...y se la llevaron. Me tumbé en la cama, cerré los ojos y me dormí...no sabría calcular el tiempo...