viernes, 7 de noviembre de 2008

Recuerdo, hace no mucho tiempo, un par de años en realidad; como hice una solemne profesión de fe y al decir: "Creo en Dios Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra", tuve que explicar el por qué.
Lo primero que me salía decir era: "Porque mirando la maravilla de todo lo que me rodea, hasta lo más pequeño...pensando en un simple átomo...todo, creo que es de una belleza incomparable, no igualada por mano humana, y eso, me impulsa a creer en un Dios realmente capaz de todo, por encima de mi razón.

Por otra parte, viendo mi vida...y mirando a mis hijos, me doy cuenta del milagro de la existencia, de que una mano me ha modelado expresamente a mi, a mi persona, única, irrepetible...como mis hijos, todos formados dentro de mi...pero completamente diferentes...como si yo no hubiera tenido apenas nada que ver..."

La naturaleza es algo impresionante...

¿Quién no ha estado alguna vez en un lugar recóndito, solitario, donde apenas se oyen ruidos...y se disfruta de una paz profunda, una tranquilidad intensa...un respirar profundamente y descansar?

¿Quién no se ha quedado sin habla ante un amanecer o puesta de sol imponentes...?

Dios ha hecho todo perfecto para que cualquier criatura, independientemente de su estatus, o circunstancias pueda tener un momento en la vida el que tocar su existencia...paladear la Creación. Porque Dios se preocupa de cada una de nosotros, nos deja pistas de que no está lejos.

Un deseo para hoy, que cada momento, podamos experimentarlo como único...como especial, como una creación exclusiva para cada uno de nosotros...como un instante que nos desvela el misterio profundo de nuestro propio existir.
¡Buen fin de semana!


martes, 4 de noviembre de 2008

LOCURAS DE AMOR

¿Quién no ha hecho alguna vez locuras por amor?

Ayer por la noche, me dio por pensar que "menuda pereza si me tuviera que poner yo ahora a ligotear...", estoy realmente desentrenada, incluso considero que nunca lo he hecho..."encanto natural"...jejeje.

Me puse sin embargo a recordar pequeñas bobadas que se me ocurrieron hacer por chicos que me gustaban...como irme a su parada de metro esperando que pasase por allí...obviamente, sabiendo que lo haría..., y hacerme la encontradiza...o también, esconderme en un portal esperando verle pasar y salir al "choque" con la excusa de que había ido a ver a una amiga...

Tonterías como esas...porque tampoco he sido una "loca pirulera" (que diría mi marido).

Por el que ahora es mi marido, no recuerdo muchas locuras, porque me sentía correspondida...Si recuerdo entrar a saco cuando tonteábamos a ver "qué pasaba allí...".

Escena: Estábamos paseando, empezó a diluviar...me dejó su abrigo...nos metimos bajo un árbol...le pregunté: "¿Pero vamos a ver...tú sientes algo por mi?...

Me dio calabazas...no creáis...pero a fuerza de insistir...porque el pobre estaba ciego...jajaja, al final, se rindió"a mis encantos naturales" y una buena dosis de cabezonería (o perseverancia...según se mire).

Sin embargo, como hoy va de locuras de amor...sí os cuento una que protagonizó mi marido hacia mi, aunque no fue intencionada, ni siquiera sabía que me quería...o eso dice...

Fue antes de empezar a salir juntos.

Resulta que hizo un viaje a Asturias, yo me acababa de leer el libro de El Alquimista, de Paulo Coelho y se lo presté, cuando estaba de regreso a Madrid en el autobús de Alsa...en la parada de rigor...se le ocurrió llamarme por teléfono para decirme cuanto le estaba gustando el libro...y bueno...otras cosillas que se le iban ocurriendo, muy entretenidas, la verdad, para ser cierto eso de que todavía no me quería.

El caso...es que... en aquella era, en caso de llamadas de emergencia no quedaba otra que ir a la cabina, ya que el i-phone, no existía..., y además, en este caso, habían tenido la genial idea de poner la cabina bien resguardada...
Y así, entre ocurrencia y ocurrencia...el bus...su bus...con su maleta, su abrigo y mi libro de Paulo Coehlo partió rumbo a Madrid sin percatarse de que un "apuesto muchacho" se quedaba en tierra.

En un momento dado...cuando despertó de aquel romántico momento y se percató de su "despiste", cortó la conversación precipitadamente y tuvo que lanzarse a la búsqueda de un transporte que le llevase de vuelta a casa...

Falta decir que eran las nueve de la noche...y que por aquel recóndito lugar sólo consiguió encontrar a un repartidor de empanada congelada que le dejó en mitad de la M-30...lo más cerca que pasaba de Madrid.

¿No es bonito? Jajaja

Creo que puedo decir, que nuestra historia de amor se cuajó gracias a un repartidor de empanada congelada...

Si no...¿Quién sabe donde estaríamos ahora?

¿ Y vosotros...¿Habéis cometido locuras de amor...aunque no supierais aún que era amor?

lunes, 3 de noviembre de 2008

RECONSTRUCCIÓN

Hoy es lunes y no puedo más que empezar el día con una gran sonrisa y grandes esperanzas...

Por eso, junto a este vídeo os dejo una pequeña reflexión:

Hay cosas que a nuestro ojos son verdaderamente increíbles...inexplicables...inabordables...pero está claro que no imposibles, al menos para Dios.

Viendo este vídeo he pensado...salvando las distancias, claro...en cómo, muchas veces, los acontecimientos de la vida dan un giro inesperado a las cosas, y literalmente, nos parten en dos; nuestros planes, nuestra forma de vivir, incluso nuestra persona.

Parece que no tiene solución, y que las cosas no pueden volver a su ser...muchas veces nos decimos: "Esto no tiene remedio...no hay nada que hacer".

Pero Dios, saca oro donde nosotros sólo vemos barro y nos demuestra que tiene las herramientas necesarias para poder transformar algo muerto, en algo lleno de vida...aunque quizá esa vida no sea exactamente igual...

Creer en la "magia de Dios", es importante...porque aunque la magia en sí...pensemos que no existe, Él tiene esa clave que se escapa a nuestros ojos...pero que es tan real como nosotros mismos.

¿Y Jesucristo como carpintero?...¿No usa con nosotros las herramientas el Amor y la Esperanza y nos reconstruye y modela de una forma completamente nueva?

Hay otra cosa importante...los ojos del que mira...que han de estar dispuestos a creer...

Y una sonrisa...para ayudarnos a esperar expectantes...siempre lo mejor.