Se cumplen diez años de la fecha de mi boda...es mucho, pero se ha pasado volando.
Recuerdo que un día estábamos viendo el video de la boda en casa y uno de mis hermanos, que no es muy religioso, me dijo en el momento de la "Promesa": "¿De verdad eras consciente y aceptabas todo eso que estabas diciendo?"
"Si, claro", dije yo...sin embargo, pensando más detenidamente, creo, el quiz de la cuestión no es tanto "ser consciente de lo que estás diciendo", sino creer que eso es posible y confiar en que así va a ser...porque luego, una vez que empiezas la vida matrimonial...adaptarte y aterrizar en tu nueva realidad, lleva un tiempo, y por muy consciente que seas...las cosas nunca son como te las imaginas.
Yo era consciente de que me estaba casando con la persona que quería, era consciente de que Dios nos había juntado en el camino, era consciente de que quería que nuestra unión fuera en el seno de la Iglesia y era consciente de que este sacramento llevaba implícita una "Alianza" de Dios con nosotros...que me hacía tener una gran confianza en que Él iba a estar en medio y nos iba a ayudar en todo momento.
A diez años vista...puedo decir que TODO se ha cumplido. La Iglesia siempre ha estado allí guiándonos y ayudándonos, Jesucristo se ha hecho presente en muchos momentos de sufrimiento, duda y dificultad..., Dios nos ha bendecido con 4 hijos (de momento) y nos ayuda día a día a educarles y transmitirles la fe. La Virgen María me ha iluminado mi vocación de madre y esposa...porque su ejemplo siempre me da ánimos y me invita a pedirle ayuda.
Yo sé, que si no se tiene fe, esto es difícil de entender...y de creer, pero espero que nuestro testimonio y nuestra felicidad ayude a muchas personas a ver que "casarse por la Iglesia" no es un decorado o una foto bonita, sino algo mucho más profundo y verdadero, que te concede una "Gracia" especial y que, aunque en lo humano, todos somos iguales y tenemos las mismas dificultades...siempre tenemos un "plus", que es saber que nuestra "casa" está fundada sobre Roca y que, cuando nosotros no podemos...Jesucristo está en medio y nos asiste.
Hoy día muchos, muchísimos matrimonios se rompen a la primera de cambio, la gente "no tiene interés en casarse"...aún menos por la Iglesia, y se intentan imponer nuevos modelos de "familias" como alternativa a tantos fracasos.
Yo animo a todos aquellos que estén pensando en casarse y tengan dudas, a que no se desanimen y que crean que el matrimonio en la Iglesia es una verdadera ayuda y bendición, si se abraza desde lo profundo de su significado y se vive desde la fe.