Hoy hace 15 años que falleció mi abuela Aurora.
Para mi es una persona muy importante en mi vida...digo "es", porque, aunque ya no está físicamente, ha intercedido tanto por mi y la he sentido cerca tantas veces después de su muerte, que tengo la absoluta certeza de que sigue aquí, aunque sea de otro modo.
De pequeña tuve el privilegio de poder pasar mis veranos junto a mis abuelos en su casa de la playa, soy la mayor de cuatro hermanos y mis padres, los dos médicos, me enviaban allí siempre un mes para que pudiera tener más vacaciones, ya que ellos tenían que trabajar.
Mi abuela era una persona de una profunda fe...a mí, en aquel tiempo, todas las cosas que ella me enseñó e intentó inculcarme, en sentido religioso...me parecían un tostón, sinceramente.
Siempre recuerdo que mis primas se "compadecían" de mi porque tenía que ir con ellos a misa a las 8 de la mañana, o rezar el rosario...o tantas cosas, que con 9 ó 10 años, no hacían otros niños.
Ahora, mirando para atrás, veo como todo aquello fue providencial, una semilla que quedó y que empezó a crecer cuando Dios quiso...y que ahora, viendo mi vida, sólo puedo agradecer y valorar.
Hace unos 6 años, yo estaba pasando por una crisis personal: mi marido y yo teníamos apuros económicos y dos hijos, yo no trabajaba fuera de casa y me sentía muy inútil por no poder "aportar" nada a nivel económico...había mucha tensión, en gran parte, por mi angustia...
Con mi carrera; Bellas Artes, sin experiencia profesional, 28 años y dos hijos pequeños; todas las opciones laborales a las que podía optar eran para mi absurdas...nome sentía capaz, ni de lo más sencillo...no veía...
Me pasé cuatro meses haciendo entrevistas en los sitios más tremendos, humillándome ante antiguos profesores que cuando acabé la carrera me ofrecieron trabajos estupendos que tuve que rechazar por estar embarazada o por tener niños..., en resumidas cuentas "mendigando" un trabajo de cualquier cosa que pudiera compatibilizar con la vida familiar...
Pero nada...no lo conseguía...no me contrataban en ningún sitio...
Me sentía terriblemente inútil...los problemas aumentaban, y en el matrimonio, todo esto, empezaba a hacer mella.
En esta situación nos preparábamos para ir a una convivencia que tenemos anualmente en el Valle de los Caídos.
Yo estaba muy nerviosa y se me complicaron las cosas mucho antes de ir...sin embargo, Dios preparó todo para que en el último momento pudiéramos hacer las maletas y acudir.
Yo no escuchaba nada...ni las catequesis...ni la Palabra...ni las experiencias....nada...Estaba en un desierto árido y no podía reaccionar...mi oído estaba completamente cerrado y además, no tenía tampoco la voluntad de abrirlo...sólo veía ante mi, un sin sentido...
"¿Por qué permites esto Dios mío?...nosotros hemos sido fieles, hemos intentado vivir según tú voluntad, nos hemos abierto a tener hijos, intentamos ser buenos cristianos...".
Me fui a dormir con esta angustia de no poder ver más allá de mí y mis problemas...era jueves.
Al día siguiente teníamos una Celebración Penitencial, después de Laudes nos dieron una catequesis que en algún punto, me tocó el corazón y sin saber por qué, tuve un presentimiento...
El presentimiento era tan fuerte, que casi se me presentó como una certeza, subí a mi habitación y cogí mi Biblia...decidí abrir una Palabra al azar y me salió La Anunciación...
Empecé a temblar...no podía creerlo...no quería ni pensarlo...
Volví a la sala y seguí escuchando todo lo que decían, lo que antes para mi era "silencio y oscuridad", empezaba a tener un sentido claro...cada palabra, era una confirmación.
Tras la Penitencial, fui a buscar a mi marido y le dije con mucha tranquilidad..."Estamos esperando otro hijo".
Mi marido se quedó blanco, pensó que me había vuelto loca..."No sabes nada, no puedes saberlo ahora...y es que además...es imposible... y con la que tenemos encima..."
"Estoy totalmente segura"
Y al volver a Madrid, se confirmó.
No voy a dar detalles de por qué aquello se escapaba totalmente a nuestra razón, físicamente, no es que fuera imposible, ya que nunca hemos usado métodos anticonceptivos y la "posibilidad" siempre está ahí...pero era una cosa, realmente difícil.
Obviamente, en aquella situación que atravesábamos, ni pensábamos en aquella posibilidad...se escapaba también a nuestros planes...un niño más...una responsabilidad más...
Todo parecía un gran absurdo que visto desde la más pura razón, no hacía más que confirmar que nuestra "crisis"...sólo se podría agravar.
Dios, sin embargo, a mi siempre me ha hablado muy clarito, con señales...porque soy dura de razón y de corazón...y aquella vez, no iba a ser menos...
Estando en la convivencia, una vez que me salió la lectura de La Anunciación y tuve la certeza de que aquello que narraba me decía..."también te anuncio una nueva vida dentro ti", me puse a hacer la "cuenta de la vieja" para ver en qué fecha me habría quedado embarazada...
Me salió el 19 de septiembre, tal día como hoy...y rápidamente, al ver la fecha...me acordé de mi abuela...y pensé que desde el Cielo, de algún modo, me confirmaba que esta "coincidencia", y este acontecimiento venían de Dios.
Luego fui al médico y me dijo que salía de cuentas el 13 de Junio (San Antonio).
Mi abuelo, el marido de mi abuela Aurora, se llamaba Antonio...aún vivía cuando sucedió esta historia, para mi era un signo más, y como era ya mayor; supe también, que esta nueva vida que surgía dentro de mi, también venía en su rescate y que pronto, se iría al Cielo con mi abuela...y así fue; el día de Reyes del año en que nació nuestro bebé...murió.
Aún tuve más certezas...una muy clara desde el principio: lo que estábamos esperando, sería seguro una niña...
Nada de esto tiene base cientifica ni explicación lógica...sin embargo; en el momento que supe que aquel embarazo venía de Dios...me entró una gran paz en el corazón...no sentí más el ansia de buscar trabajo y mi angustia, se desvaneció...
A los pocos días a mi marido le subieron el sueldo y recibimos una herencia inesperada...
A mi me llamaron para trabajar en Patrimonio Nacional...y, aunque ya no podía...sabía que era un detalle de Dios, que me decía..."no eres tan inútil...¿No ves cuanto te amo?"
La palabra favorita de mi abuela era "AURORA"...y así llamamos a la hija que nació, y no sólo por mi abuela...
¿Sabéis qué significa?
LA PRIMERA LUZ DEL DÍA...
Porque así fue...también, para nosotros.
En nuestra gran oscuridad...la primera luz y el regreso de la esperanza.
Hoy 19 de septiembre...me acuerdo especialmente de mi abuela.