viernes, 19 de febrero de 2010

LOS CONOCERÉIS POR SUS FRUTOS


Cuando voy a la sierra a casa de mis padres, siempre me paro un momento ante un cuadrito bordado por mi abuela en el que aparece un árbol lleno de manzanas; una de ellas está cayendo al suelo y puede leerse la frase: "Las manzanas no caen lejos del tronco".

Es algo que cuando eres madre...o padre...y tienes que educar a tus hijos, te das cuenta que es cierto, que la sabiduría acumulada en la tradición familiar y la educación que te han dado tus padres, la aplicas de forma natural con tus hijos...resumiendo...que nos parecemos a nuestros padres no sólo en los genes, sino en lo que hemos absorbido de ellos.

Esto de algún modo tranquiliza...porque, aunque nadie vive en una burbuja y el entorno social influye, estoy convencida que lo fundamental de la persona se acuña en los primeros años de vida en el seno de la familia y que es importante mirar un poco más allá del cansancio, del sacrificio constante, de las ocupaciones y la comodidad y pensar que lo que haces por tus hijos es un "esfuerzo" que durará un tiempo...luego los hijos volarán...y aunque tomen un rumbo equivocado...una buena base, les ayudará en un momento dado a encauzar su vida y remontar.

Hoy os quiero hablar de una familia especial...es una familia numerosa, los padres y cuatro hijos, son muy trabajadores; son españoles, aunque su difusión es internacional y todos ellos se mueven en la "misma línea", más bien diría que tiene un hilo directo...y un rumbo concreto.

No quiero desvelaros nada...sólo os cuento un poco que todo lo que vais a ver lo hacen ellos...música, montaje, dibujos, guiones, animación, personajes...dedican su vida a ello, tanto los padres cómo sus cuatro hijos...el resultado es de una belleza plástica y de una profundidad impactantes. Insisto...TODO...lo hacen ellos y se sostienen únicamente gracias a iniciativas privadas, aunque estoy segura que su recompensa y su salario les llega de otro lado.

A los que tenéis hijos pequeños...os recomiendo invertir en este trabajo familiar, y a todos...os recomiendo hacer un "break" en el fin de semana y dedicarle un pequeño ratito ver este vídeo que os dejo, es sólo un pequeño ejemplo de todo su trabajo.

Yo admiro lo que hacen, y me siento en la obligación moral de difundir y ayudar comprando sus DVDs para que puedan tener los recursos necesarios para sus proyectos, no penséis que me llevo comisión.

Si queréis saber más os dejo un nombre para el buscador: VALIVAN, y si queréis adquirir sus DVDs podéis hacerlo escribiendo a la dirección de correo :

O llamando a los teléfonos (+34) 985 56 08 95 o (+34) 985 56 15 27. Los DVD los mandan por correo y se pagan contra reembolso.


¡Yo los tengo! Y os doy garantía total...

¡Buen fin de semana!



lunes, 15 de febrero de 2010

"¡QUÉ BONITO ES EL AMOR!"

Ya estamos a vueltas con el dichoso cupido y el ramo de rosas...hoy lunes aún no he superado el momento "x" en que te hacen la dichosa preguntita del 14 de febrero..."Qué, ¿te han regalado algo hoy?", ante la expectación por la respuesta, todos ponen en marcha el termómetro del amor para medir el cariz de ese momento interplanetario en que un sí o un no, se prestan a la broma fácil....Tranquilos, superé la prueba, aunque eso no me inquieta.

Sin embargo, al hilo del tema, hace unos días escuché algo que me llamó profundamente la atención ya que nunca lo había oído antes y que sí me inquietó, más que nada, me clavó la flecha a base de bien, ahí donde duele...fue una disertación sobre "el amar" y "el querer" al hilo del conocido diálogo evangélico entre Pedro, el discípulo y Jesús, el maestro:

"15 Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: "Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?" Le dice él: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Le dice Jesús: "Apacienta mis corderos."
16 Vuelve a decirle por segunda vez: "Simón de Juan, ¿me amas?" Le dice él: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Le dice Jesús: "Apacienta mis ovejas."
17 Le dice por tercera vez: "Simón de Juan, ¿me quieres?" Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: "¿Me quieres?" y le dijo: "Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero." Le dice Jesús: "Apacienta mis ovejas." (Jn 21, 15-17)

Yo nunca había apreciado el detalle en el uso de estos dos verbos, tan iguales, pero tan distintos, en este diálogo.
Parece un capricho, pero, en realidad no está escrito así al azar, la explicación léxica a este juego de palabras la podéis encontrar más detallada en el siguiente enlace, ¡No dejéis de leerlo!:

http://www.aguasvivas.cl/revistas/19/griego.htm

La explicación trascendente, la que me pone el dedo en la llaga, puedo explicarla con otra reflexión que escuché anteayer y que me pareció profunda y acertada: "El que quiere, lo exige todo; el que ama, lo da todo".

¿Y dónde estoy yo en todo esto?

Ayer fue San Valentín y parece que es obligado regalar y que te regalen; decía el profesor de inglés de mis hijos que en Estados Unidos, empezó con la connotación romántica de la pareja, pero que muchos solteros se ofendían y que ahora, San Valentín es una fiesta de la "amistad", para que todos se sientan "queridos"...y es que es inevitable, si queremos que nos quieran, cómo en toda reinvindicación, partiremos de una exigencia.

En nuestra vida y con los que nos rodean, ¿qué hacemos todos si no es exigir?

Exigir a nuestro marido o mujer...que se ocupe, que nos entienda, que nos mime, que dé se cuenta de, que haga tal y cual...
Exigir a nuestros hijos...que obedezcan, que cumplan, que se porten bien, que ayuden...
Exigir a nuestros amigos...que nos llamen, que nos valoren, que nos reconozcan, que no se olviden de nuestro cumpleaños...
Exigir a nuestro trabajo...que nos suban el sueldo, que nos tomen en consideración, prestigio...
Exigir a nuestra vida...que no nos falte de nada, vivir cómodamente, llegar a fin de mes, tener salud, llegar a todo y hacer de todo.
Exigir a nuestro yo...abarcarlo todo, no tener errores, estar y parecer guapos, ser listos, ser supercalifragilísticoespialidosos...
¡Y luego decimos que estamos estresados!

Todos queremos que nos quieran...y queremos a otros, pero el amar está al alcance de pocos...y el que nos amen, es un privilegio no muy común, una alegría, una fiesta...algo muy poco estresante, desde luego.

Yo me veo incapaz, sinceramente, y esto quizá me entristezca un poco, como a Pedro...pero ser conscientes de nuestras limitaciones es el único camino para intentar superarlas.

Yo siempre admiro a los que saben vivir en el "agape" de dar sin esperar nada a cambio, o incluso recibiendo desprecios...yo humanamente sólo lo consigo a retazos...a instantes.

Lo que está claro es que no pierdo la esperanza, porque en el amor, los límites los pone uno y cómo en todo, la clave está en "querer, querer"...no basta con una declaración de intenciones, hay que ponerse a "currar".

Yo estoy convencida de que "queriendo querer", el amar...surge, a pequeñas ráfagas o a raudales...pero surge...y no sólo eso, sino que además, permanece.

A mí al menos, me carga de ganas de tener más de esos pequeños momentos en los que sientes que la vida se llena cuando tú te vacías... y en los que San Valentín, se celebra todos los días.

Nada es imposible...y si no, que se lo digan a Pedro.

Y si alguien quiere mandarme rosas...gustosa las acepto.

;)