jueves, 24 de julio de 2008

SUEÑOS

Hoy es mi santo, sí, Santa Cristina...claro está.

En mi familia se celebran también los santos...¡¡¡Será por celebrar!!!

Pero me gusta, porque tiene sentido...y porque realmente, si lo pienso, eso de tener una "Santa" que pueda interceder por mí y me proteja si se lo pido...es un chollo, ¿no?

Pero para eso, hay que creer...como creo...pues eso que gano.

La verdad es que mucha gente no conoce nada de sus "Santos", recuerdo un libro que utilizábamos en la Facultad para documentarnos sobre iconografía, que es, además de precioso, relamente útil.

Se llama "La Leyenda Dorada", de Santiago de la Vorágine.

En él se cuentan las vidas y anécdotas de muchísmos santos de todas las épocas, y os recomiendo, que, si tenéis curiosidad por este tipo de cosas y no conocíais el libro, intentéis echarle una ojeada en la librería...o quizá en alguna biblioteca...o que...si tenéis unos ahorrillos...os lo compréis, porque es bastante caro, la verdad.

Leyendas...sueños...realidades...

Hoy, como estoy contenta y mañana es fiesta... tengo muuuuchos días para descansar y cambiar el chip, así que, con este optimismo previo al fin de semana voy a hacer una especie de listado de sueños...cosas que me encantaría poder hacer y que no son imposibles...aunque sí un poco complicadillas...

Os invito a todos los que os apetezca a que compartáis también vuestros sueños "realizables"(condición indispensable), aquí o en vuestros blogs...ya que con fe y voluntad...todo se puede.

Ahí os los dejo:

1) Me encantaría poder volver a todos los sitios donde he vivido experiencias increíbles...y he conocido a personas extraordinarias...Puerto Rico, Nueva York...Newingtong...y especialmente Greenland, N.H....

2) Siguiendo con los viajes...¡Aún me faltan sitios por conocer...! Hay tres donde espero poder estar algún día...Israel, Egipto y Perú...

3) También me encantaría saber cantar bien...mejor...quiero decir (por el bien de muchos...jajaja)...poder dar clases, mejorar técnica, poder cantar a grito pelado todas las canciones que me encantan con la sensación de que...controlo..., y es que, voy a confesarlo...canto a todas horas, hasta por la calle (Si...soy ese especimen raro que has visto por ahí y has pensado "qué mal está la peña").

4) Otra cosa que me gustaría es saber bailar claqué...No tengo ni idea de por qué...pero me gustaría...

5) Siguiendo con las artes...y esto sí que es rarito...jajaja, hay por ahí un instrumento que me cautivó una vez, "El Arpa Céltica"...Íbamos en una ocasión por una callejuela de Baiona, en Galicia...y había un músico tocándola, era como "El flautista de Hamelín"...nos atrajo a todos... Estuvimos un cuarto de hora escuchándole y los niños estaban hipnotizados...Le compramos un disco y todo y charlamos con él un buen rato...me encantó.

6) Creo que me gustaría mucho poder vivir en un sitio con mar...porque me encanta el mar.

7) Ufff...ya me empieza a costar...Otro sueño sería...saber escribir...poder escribir un libro, no sé...de cuentos quizá...y además, ya puestos...ilustrarlo también..., realmente el sueño sería poder hacerlo y que mucha gente lo leyese y pensase..."No me ha dejado indiferente"

8) Estáis viendo que soy una bohemia empedernida...jajaja..., si vieséis la realidad...pero bueno, estamos soñando, o qué?
A ver...otro sueño sería poder decirle a algunas personas cosas que en su momento no dije...y necesitaría, sólo cruzarme con ellas...y armarme de valor...

9) Esto de pensar en sueños posibles...es complicado...Sigamos, que queda menos...
Bueno...voy a volver a la vida bohemia para decir, que mi gran pasión...algo, que estoy segura que sí retomaré algún día...es "volver al teatro"...esa sensación de estar en el escenario...actuando...es única...

10) Por último, voy a poner...que me encantaría llegar a una edad en que pudiera seguir teniendo ilusión por hacer todas estas cosas...en que pudiera disfrutar de las cosas que Dios me da con alegría, en que pudiera conocer a mis "nietos"...y ser una buena "abuela"..., ser una buena "madre", ser una buena "esposa"...y en definitiva...saber, que mi vida, ha merecido la pena.

(Realmente voy a necesitar a Sta. Cristina...y a todo el cortejo...jajaja)

Espero que os hayáis divertido...Besos a todos...¡¡¡Hasta el lunes!!!

miércoles, 23 de julio de 2008

UNA CARTA



Ya no está de moda eso de escribir cartas...

Si mezclamos, correo electrónico, móviles, chats y demás artilugios informáticos...con el estrés de vidas ajetreadas, trabajos que no terminan, obligaciones diversas...el resultado es inevitable...Extinción.
Yo debo ser una loca romántica, pero, sinceramente, el encanto de una carta escrita de puño y letra, pienso que no se puede igualar con nada de esto.

Ayer, me topé con una caja llena de cartas del pasado, que encerraban un montón de historias...inquietudes, amores, amistades...Releyéndolas te das cuenta de cuanto se cambia y cómo nuestras vidas son muy diferentes ahora...pero, de algún modo, sentí que conservaba cachitos de personas que me importan o me importaron...¡Y eso es emocionante!

Todo es un ritual...te sientas, piensas en la persona a quien se la vas a dirigir...eliges el papel, la tinta y empiezas a desnudar tus sentimientos de forma palpable y visible...diferente cada vez...

Una carta manuscrita dice mucho de quien la envía...el tipo de letra, la fuerza de la escritura...de algún modo la esencia misma de la persona que deja incluso sus huellas sobre el papel y quizá, algo más...

A mi me encanta escribir cartas, porque puedo sentirme libre y dejarme llevar...y, por supuesto, me encanta recibirlas, la espera se hace interminable cuando sabes que tiene que llegar...y estás esperando, no sólo papel y boli, sino un encuentro real con la otra persona...pasar un rato intenso, como si pudieras tocarla y sentirla.

A todos nos cuesta expresar sentimientos, en mayor o menor medida. Muchas veces, con los más cercanos, es todavía peor, porque nos acostumbramos a verles día a día, y el roce, también genera problemas y actitudes negativas, que, si no se hablan y se canalizan bien, al final, pueden producir un alejamiento, al menos físico.

Tampoco se trata de estar todo el día achuchándose...no es eso, porque eso te sale o no, lo que sí es bueno es poder expresar a los demás que les quieres y te importan.

Las últimas cartas que escribí fue hace poco, a mis hijos, que estaban en un campamento.

¿Cuanto tiempo dedico a tratar a cada uno según su forma de ser...dedicarles una parcelita personal?

Aunque son pequeños...todo lo captan, por eso aproveché para echarles de menos y pensar en qué cosas añorarían de nosotros, de su casa...

Hice dos diferentes, una para F. y otra para J., porque, son diferentes...y porque pensé que les haría ilusión tener a cada uno unas "confidencias" personales...unas anécdotas diferentes...en resumen, sentirse, aunque fuera un instante..."únicos".

El año pasado, también lo hice, entonces, sólo había ido el mayor y cuando regresó, de todo el maremagno de mochila, bolsas, calcetines y demás, solamente, vino a traerme una cosa:

Esa carta que le había enviado y que cuando la miraba, se le iluminaban los ojos.

Nunca olvidaré ese momento...de hecho, él, aún la guarda...

Y es que te das cuenta de que, a veces, el más insignificante detalle puede hacer feliz a una persona, y pienso que, tantas cosas que no decimos cada día...o que nos cuesta expresar con actitudes...a través de una carta, pueden transmitirse de un modo más fácil.

Por lo menos...abre puertas

martes, 22 de julio de 2008

¿QUIEN DIJO QUE IBA A SER FÁCIL?


Me encuentro habitualmente con gente que se sorprende y abre mucho los ojos cuando se entera de que tengo cuatro hijos...

"¡Caray, qué valiente eres"..."Se nota que os gustan los niños", "pues ya estás entretenida"...

Pues la verdad...ni soy valiente, ni me gustan especialmente los niños...lo que si me gusta es la VIDA, y yo, asumo totalmente, que en un matrimonio, los hijos...si llegan...pues es lo más natural..."lo que toca", que se dice ahora.

Yo creo que hay que ser un poquito coherente y ver las cosas desde la óptica de lo que son, no de lo que queremos que sean...porque si no...nos vamos a pegar un peñazo contra la realidad, de los buenos.

La VIDA, es un conjunto de acontecimientos...buenos y malos..., se puede vivir de muchas formas, pero para mi, hay dos formas que influyen mucho..."con fe" o "sin fe".
Con la familia y los hijos, si se tiene fe...esta no se puede aparcar y pretender solucionar las cosas que les suceden únicamente con la razón...o el corazón.

La tarea de madre...y la de padre...es complicadísima...pero no recuerdo que nunca me dijeran lo contrario. Los hijos son personas independientes...con su identidad, su caracter, sus virtudes y sus defectos...¿Quién dijo que iban a congeniar con nosotros o ser cómo nos gustaría?

A veces me desespero porque no consigo hacerme con las riendas sin perder la paciencia...y me entra el complejo de madre desastre.

En el fondo, es una gran responsabilidad el dar lo mejor de nosotros mismos y conseguir que ellos lo capten...lo hagan suyo y puedan desenvolverse en la vida, con libertad...pero con solidez.
Os voy a contar una anécdota reciente...para que veáis que no hablo por hablar...

Uno de nuestros hijos es un "sufridor nato"...su caracter es especial...más reservado, más tímido, y en el fondo, muy sensible...Esto es bastante complicado en un adulto...¿Por qué no aceptar que en un niño también?

Ante la debilidad de los hijos los padres nos ablandamos...se nos conmueve el corazón...intentamos por todos los medios estar ahí, solucionarles los problemas buscando siempre, que no sufran...porque en el fondo, a nosotros tampoco nos gusta sufrir.

El otro día en casa de unos amigos...mi hijo estaba pasándolo mal...y nosotros también, claro...nos estaba dando la comida...literalmente.

Nuestro amigo que tiene un gran don de discernimiento, nos dijo: "Os veo un poco neuróticos con el niño"...Cogió al pequeño, le sentó en sus rodillas y le contó la historia bíblica de Ana.

"J., ¿ a qué tú lo estás pasando mal y esto no te gusta? Pues escucha lo que le ocurrió a Ana"

Ana era una mujer que lloraba, que sufría...quería que todo fuera como anhelaba su corazón...y lloraba y lloraba sin descanso...porque no lo conseguía.

"¿Tu también lloras verdad?" Le decía al niño.
Pues mira lo que le ocurrió... su sufrimiento...sus lágrimas, conmovieron a Yahvéh, que la escucho...y tuvo paz en su corazón.
Nuestro amigo habló a nuestro hijo y a nosotros desde la verdad...la verdad de que el sufrimiento está ahí...y nos hace llorar...y nos hace sentirnos infelices...Pero gracias a él descubrimos que donde nada nos sacia está el amor de Dios que todo lo llena.
En esta sociedad nos empeñamos en negarlo, en aniquilarlo, en quitarlo de nuestra vista y nuestra vida...pero es necesario.
Con los hijos, esto es aún más patente...¿Quién desea ver a un hijo que sufre?

Nuestro amigo nos decía...Si nos empeñamos en solucionar todos sus problemas, si les hacemos ver que siempre va a haber alguien que les arregle las cosas...que la vida siempre es fácil...¿Qué clase de adulto llegará a ser?

Cuantos suicidios...cuanta desesperanza, cuanto sufrimiento...
Dejemos que nuestros hijos pasen sus crisis...respetémoles y siempre, desde el cariño, dígamosles que llorar es bueno. Sobre todo, que pidan a Dios que les ayude...porque si lo hacen con fé...responderá. Ellos entienden mucho...y tienen una capacidad de confianza, mucho mayor que la nuestra.

Nada conmueve más a Dios que la oración sincera del hombre que llora.
Mi hijo se quedó encantado...y la verdad, pasamos un día, maravilloso.

lunes, 21 de julio de 2008

POST DE LUNES

Parece que mis vacaciones empiezan a acercarse con paso lento, pero firme.

No sé si será una histeria o un síndrome pre-vacional, pero con eso del verano y que todo es más ligero; la comida, la ropa, los horarios..., al mirar mi casita por dentro me entra la "neura" del "nido", eso que dicen ocurre a las embarazadas cuando están a punto de dar a luz...

Es la "neura"de ver millones de trastos, papeles, ropas y cosas varias por todas partes, de forma indiscriminada y engullidora..., entonces me empieza como a hervir la sangre...siento un cosquilleo en los brazos...y como una trituradora empiezo a vaciar estanterías y armarios ansiosamente, deseando ver mi hogar lo más minimalista posible.

Ese momento ha llegado...los niños mayores se han quedado tres días con mis padres en la Sierra (benditos abuelos...nunca se dirá suficientemente alto y claro la suerte que es tener ciertos privilegios familiares), y me dispongo en mi "relativa soledad" a arramplar con todo lo que se ponga ante mis ojos...eso sí, revisando antes...no vaya a ser que tire esa carta esperada en la que nos regalaban un viaje a Honolulu...y me lo pierda.

Ayer estuvimos con unos amigos de barbacoa. No conocíamos su casa nueva y, la verdad...tuve la sensación de que con tanta amplitud y claridad, a mi me faltaba oxígeno.

Somos urbanitas de pura cepa...vivimos en todo el meollo de la gran ciudad; piso normalito, armarios pequeños...sin trastero... cuando tienes niños, las cosas se multiplican por mil...y en fin, tengo muchas veces la sensación de que la casa nos va a comer de un momento a otro...Empiezo a entender que ese sueño que tengo con la ballena...quizá no sea exactamente la historia de Jonás.

Reconozco, que no me muero de ganas...pero siento una fuerza superior que me invita a nadar más rápido...antes de que sea tarde.

Todo será que llegue a casa...me llamen para dar un paseito o cualquier otra "tentadora banalidad"....y todo este discurso sucumba a la tentación.

De momento...voy a ir sacando el traje de buzo, y luego, Dios dirá.