lunes, 4 de agosto de 2008

LA ESPESURA DEL BOSQUE



Hoy me viene a la mente el famoso dicho popular: "Los árboles no dejan ver el bosque".
A veces es inevitable llenarnos de cosas, de circunstancias, de pensamientos, de agobios, de angustias...

Creo firmemente que está en la naturaleza humana y que es irremediable...nos acompaña...y el hombre lucha y combate permanentemente por encontrar un momento de paz.

No me desespero pensando en los grandes santos; apenas tuvieron paz...moméntos de éxtasis en que vieron todo claro; más bien, sus vidas, fueron atormentadas...llenos de tentaciones, de luchas de sin sentidos..., sin embargo, permanecieron fieles.

¿Cual es el secreto?

Hay quien dice que el secreto es la oración...hay quien dice que es la obediencia...hay quien dice que es el Espíritu...

Yo pienso que en realidad es todo eso...y algo más..."La sencillez", que no responde a otra cosa que al relato evangélico en que Jesús nos dice:

Entonces Jesús paseó su mirada sobre sus discípulos y les dijo: «¡Qué difícilmente entrarán en el Reino de Dios los que tienen riquezas!» Los discípulos se sorprendieron al oír estas palabras, pero Jesús insistió: «Hijos, ¡qué difícil es entrar en el Reino de Dios! Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el Reino de Dios .»


Ellos se asombraron todavía más y comentaban: «Entonces, ¿quién podrá salvarse?» Jesús los miró fijamente y les dijo: «Para los hombres es imposible, pero no para Dios , porque para Dios todo es posible.»


Entonces Pedro le dijo: «Nosotros lo hemos dejado todo para seguirte.» Y Jesús contestó: «En verdad les digo: Ninguno que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o campos por mi causa y por el Evangelio quedará sin recompensa. Pues, aun con persecuciones, recibirá cien veces más en la presente vida en casas, hermanos, hermanas, hijos y campos, y en el mundo venidero la vida eterna
."
(Mc 10, 17-30)


Nunca un árbol respira más que cuando se podan sus ramas...y la respuesta siempre se halla al final de la espesura, en un claro del bosque.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Cris,
Aquí me tienes. Me ha encantado lo que cuentas. Ya me tienes ganado.
Es conveniente leer la vida de los santos. Tal y como dices, la mayoría no tuvo una vida exenta de tentaciones y complicaciones. Tal vez como nosotros, pero ellos supieron, con la gracia de Dios, estar a la altura de la conciencia. Cada vez que leo la biografia de uno de ellos, me doy cuenta de que no hay tanta diferencia entre la vida que les tocó vivir y la que nos ha tocado a nosotros. Ya hace algún tiempo que pasó aquello de que la santidad es solo para las personas de vida consagrada, sino que también es para tí y para mí. Animo en el empeño.

Un abrazo muy fuerte,

Agnus dijo...

Yo pienso que ciertamente un corazón sencillo y dispuesto a la voluntad del Señor junto con mucha oración es el secreto.
Es verdad que el arbol cuando le podan es cuando más respira más libre y ligero se siente, pero tambien es más vulnerable, y !como duele que te poden!

lojeda dijo...

Es verdad que muchas veces, nuestra gana de ser felices, no nos deja disfrutar de todo lo bello que tenemos delante de nosotros.
La vida es muy sencilla, pero nosotros nos empeñamos en complicarla y así vienen nuestras angustias.
La oración es muy importante, pero creo que el Espíritu Santo es el hacedor que nos ilumina en toda nuestra vida, y que derrama sobre nosotros sus dones, para que veamos claras las situaciones.
Tristemente hoy, poca gente cree que hay que pedir su fuerza, para sentirnos iluminados por Él.
Nuestro mundo secularizado, piensa que se puede vivir sin la ayuda de Dios, y que nosotros somos lo suficiente fuertes, como para solucionarlo todo.

Un besazo

Anaroski dijo...

Tal y como dice la Biblia al estar bautizados, todos estamos llamados a ser profetas, santos y reyes. Y como un buen amigo o amiga contaba el otro día en su blog, ¿quién dijo que actuar correctamente y bien fuera fácil?

Por supuesto, estamos en el año de San Pablo, y el antes de su conversión perseguía a los cristianos tuvo que quedarse ciego para ver la luz, San Pedro negó 3 veces a Jesús, y sin embargo fue el Primer Papa de la Iglesia, en fin, tan solo se prueba la debilidad humana, y la grandeza de Dios, y sabéis todos ellos tienen algo en común, a pesar de su debilidad de sus defectos, eran personas como nosotros, tuvieron claro una cosa, que fue seguir a Jesús y dieron y entregaron su vida por ello.

Buenas tardes.

Ana dijo...

Es que la ansiedad de querer ESO ya no nos permite ver que tenemos TODO, o casi... y que mientras llegue eso que nos falta, tenemos que procurar ser felices.

Es como que no comprendiéramos que la felicidad no es el destino final, sino el trayecto (esa es una frase que leí el otro día y que me quedó grabada, pero no puedo recordar de quién es!)

Laub dijo...

Nunca un árbol respira más que cuando se podan sus ramas...y la respuesta siempre se halla al final de la espesura, en un claro del bosque....

Me recuerda el evangelio de la vid que no dio frutos y el Señor no quiso cortarla, sino que la abonó, la podó y esperó con paciencia su fruto. Es Dios quien nos poda, si nosotros nos dejamos. El siempre espera con paciencia el fruto de nuestra mansedumbre.

CRIS dijo...

Me quedo impresionada con todos vuestros comentarios...tan profundos y tan iluminadores, que tan bien me vienen en este momento.

Familia sin apuros...la santidad es algo que me desborda...me veo lejos, muy lejos, pero como el amor y el odio, tan sólo nos separa un pequeño hilo.

Anaroski, gracias por tu comentario, bienvenida a Polo Positivo, cuando quieras.
Tienes razón en que decir "si"...ilumina el camino.

Irache, duele un montón...duele tanto que a veces no hacemos más que cubrirnos y cubrirnos pensando que cuando empiecen a quitarnos...nos dolerá menos o tardará más. Pero la poda es como un viento fuerte, que sopla y se lleva toda la carga, pero si la raiz es fuerte, el árbol permanece.

Ana, no tengo yo muy claro que es la felicidad...lo que si se es que dura muy poco...yo prefiero pensar en la "paz interior", que para mi es mucho más valiosa, muy difícil de conseguir, pero lo llena todo y a todos.

Laura, la paciencia de Dios es infinita, tanto como su Amor. Nosotros somos muy legalistas y rápidamente hacemos y deshacemos...
el otro día una amiga me dijo una frase de un salmo para pensar y no perder la esperanza: "La misericordia se rie del juicio"...Y Dios, es así.


Un abrazo a todos...