jueves, 20 de noviembre de 2008

FIDELIDAD Y MATRIMONIO CRISTIANO

Ayer por la tarde, escuchando una Palabra sobre la Virgen, tuve la ocasión de meditar sobre un concepto: Fidelidad.

Me llamó especialmente la atención, y sin desligarlo de la Virgen, intenté llevarla a mi vida en sus distintas facetas; mi matrimonio, mis ideas, mis creencias, mis amistades, mi trabajo, mis carismas...¡Qué importante es ser fiel! Pero...

La fidelidad es algo bastante difícil de conseguir, porque todos podemos ser fieles en un momento dado...pero, ¿siempre fieles?

¿Qué hace falta para poder ser siempre fieles?

Ayer escuché cuatro ideas muy relacionadas entre sí y que son cuatro herramientas. A mi, me han ayudado a analizar mis actitudes. Estas ideas son:

-Llamada
-Obediencia
-Coherencia
-Continuidad

Voy a centrarme en el matrimonio, y en "ser fiel a la persona" pasando por "ser fiel a estos pasos":

Llamada: Esto lo uno a vocación, no en sentido de "lo que me gustaría ser o hacer", sino vocación en el sentido del latín, de donde procede la palabra: "vocare=llamar".

Yo en un momento dado me sentí llamada a ser "esposa", de esta llamada nació mi "voluntad" de serlo, y de esta voluntad, el poder ser fiel a la llamada.

Obediencia: Una vez que yo tengo voluntad de seguir esa llamada, la vocación exige compromiso, un compromiso que está basado no en los logros; porque entonces, nos sentiríamos muchas veces vacíos y frustrados, sino en el hacer del día a día.

En el rito del matrimonio se dice: "prometo serte fiel"...luego, el compromiso, es la obediencia a la promesa,...prometer algo exige cumplir con tu parte del "trato", no todo está en nuestras manos, es cierto, pero hay que velar por aquello que hemos prometido, poner todo de nuestra parte. Del compromiso, nace la fidelidad a la promesa.

Coherencia: Una vez que estamos "construyendo", hay que tener las ideas claras y ser coherentes con el proyecto al que nos hemos comprometido...no vale poner los cimientos para una casa y luego querer hacer un polideportivo, porque los planos, no nos sirven, y al final, no haremos ni lo uno ni lo otro. De la coherencia, nace la fidelidad a la idea.

Constancia: Toda obra exige esfuerzo, exige estar ahí; si tiramos la toalla...entonces, la obra se para, y no se puede construir la casa. Hay que mantener el deseo, la voluntad y la idea, a pesar de las dificultades...De la constancia, nace la fidelidad al proyecto y por tanto, la consecución de los objetivos.

Todo esto, para que no se convierta en un yugo que se nos haga imposible de llevar, debe estar regado por algo fundamental: el amor. ¿Qué amor?

Defiendo firmemente el matrimonio cristiano, porque está basado en un modelo que funciona.

Si pensamos en la Virgen, ella siguió este camino: escuchó la llamada, obedeció a la palabra, fue coherente con su "si quiero" y con su deseo de consagrarse en cuerpo y alma a Dios y fue constante...en la alegría de ver nacer a su hijo, en su virginidad, en su sufrimiento al pie de la cruz. ¿Qué decir de San José?

El modelo a seguir, es excepcional, pero, si ellos lo lograron, y son modelo...¿No podremos nosotros? ¿Dónde estará el secreto?

Ellos tuvieron "fidelidad" y amor a Dios, pero también, antes de dar sus pasos, creo que estuvo el hecho de que Dios les amó primero y que Él fue fiel con ellos primero.

Creo que nadie puede amar, aquello que no conoce...luego, me parece obvio creer, que habían conocido el amor y la fidelidad de Dios.

Esto anima, ¿no?

Cuando uno se siente amado, también se siente motivado...y se siente feliz y funciona.

Me quedo con esta "clave"...Dios, siempre ama primero...y este motor, nos impulsa a nosotros a poder hacer lo mismo...

15 comentarios:

ARCENDO dijo...

Grandísimo post, inmejorable catequesis de la vida que nos viene bien a todos. Dios es el motor, que hace avanzar nuestros amores, todo amor proviene de Él. Demole gracias por su amor, santifiquemos nuestros matrimonios con esa base. Besos.

CRIS dijo...

Jajaja...jo Arcendo...con comentaristas com tú...a una le entran ganas de escribir hasta la senguda parte de El Quijote...

Yo lo que pienso es que tenemos un privilegio enorme por haber descubierto este gran tesoro. "Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis", gran filosofía, ¿no?

Un abrazo

Luis y Mª Jesús dijo...

Solo enraizados en Dios es posible amar, es posible ser fiel.
Me ha gustado mucho el post.
Un beso
María Jesús

Luis y Mª Jesús dijo...

totalmente de acuerdo, Cris, primero hay que recibir para poder dar. ESto pone de relieve nuestra responsabilidad de cara a los hijos, tenemos que dejarles marcado en su "sistema operativo" ... el amor existe porque yo he sido amado. luis

Anónimo dijo...

¿Derechos de autor?

CRIS dijo...

Jajaja...por supuesto...

Oye, oye...que yo lo he llevado a mi terreno...

No sabía que eras tan asidua a esto...

Tantos meses con el blog y me escribes para chinchar...la pera...
Pero que conste, que no te he robado la chuleta, lo que quiere decir...que estuviste muy iluminada...

El Señor, va haciendo milagros...jajaja.

Besos

ARCENDO dijo...

Querida amiga, gracias por la inmerecida suposición como experto informático, pero debo decirte que no es del todo exacto, digamos que soy un usuario autodidacta de esto, algo avanzadillo pero nada más. Te diré que lo de los vídeos del youtube también me pasa a mi, casi siempre con el navegador mozzila firefox, lo "arreglo" simplemente cambiando de navegador, es decir usando el "Internet Explorer". ¡Ya ves que CHAPUZA de "experto"!.
De todas formas, creo que la cosa consiste en no tener una versión actualizada del navegador que estés utilizando, es decir o le faltan codecs o estás usando una versión no actualizada para el Sistema Operativo que tengas.
Ya ves, no puedo ayudarte mucho más. Ya quisiera yo, pero asi está el tema.
Saludos.

Guerrera de la LUZ dijo...

Qué lujo de entrada y de comentaristas y de todo.

Yo tengo mucho que aprender de esto así que me la llevo "de pe a pa" a un documento word.

Besos, gracias Cris.

Hilda dijo...

Cris, a que barbara, que inspirada has estado en este post, ni se me ocurre que agrega, más que decirte que coincido con todo lo que dices.
Esa parte donde dices que San José y la Virgen son modelos a seguir, me hicieron recordar un hermoso libro que no sé si has leído, se llama: El que escucha de Taylor Cadwell, y que habla de lo bien que nos comprende Jesús al haber vivido lo que nosotros pasamos. Otro ejemplo a seguir.

Un beso y felicitaciones por este hermosísimo post. Hilda

Gonover dijo...

Qué alegría toparse con blogs como este.

Encantado de leerte, una entrada preciosa y que todos deberíamos tenerla chuleteada en pequeñito para llevarla en la cartera y recordar cada día la importancia de la fidelidad matrimonial.

En una oración que rezamos mi mujer y yo a un matrimonio que está en proceso de beatificación, dice que Dios nos envíe fuerzas "para saber difundir en el mundo la grandeza de la fidelidad y la santidad matrimonial".

Un saludo y quedas enlazada desde mi rincón desordenado.

CRIS dijo...

Luis y M.Jesús, estáis compenetrados hasta en los comentarios. Creo que por vuestra casa eso de "enraizarse en el amor de Dios" está a la orden del día, ¿no?...Se ve que el de arriba os quiere un montón.

Guerrera...sobre los comentaristas...estoy contigo, un lujazo, como siempre. Sobre el post, me alegro de que te haya gustado y sobre todo, que te pueda ayudar en algo...yo también aprendo mucho y me sirve todo lo que recibo, por eso digo siempre, que soy absolutamente privilegiada...

Hilda, ¡Muchas gracias! La verdad es que no hay nada como poder llevar la Palabra a tu vida y saber que es útil, que está viva.
Ültimamente me recomendáis tantos libros apetecibles...No es que no tenga tiempo...es que no tengo pasta...jajaja. Gracias de todas formas, ahorraré...

Gonover, encantada de conocerte, te agradezco el enlace. En un ratito me paso a conocer tu blog.
¡Gracias por la frase! Esa si que nos la tendríamos que chuletear.

Abrazos a todos

Unknown dijo...

Desde luego la coherencia no es cosa fácil.
Saludos.

Al Neri dijo...

Yo muchas veces pienso que los hombres somos polígamos por naturaleza y que el matrimonio no es sino una imposición cultural -bendita imposición- para salvaguardar muchas cosas: la dignidad humana, la seguridad de la prole, la legitimidad de la descendecia, la transmisión del patrimonio a herederos legítimos, etc.

Sé que es una visión un poco marxista, pero la comparto y reconozco la gran labor de la Iglesia Católica para que la sociedad cumpla, en aras de la generosidad entre otras cosas, con una institución claramente contraria a la naturaleza humana y sobre todo a la de los varones.

CRIS dijo...

Jajaja, al Neri...si tú lo dices...

A mi no me gusta generalizar ni con respecto a los hombres ni a las mujeres...

Es verdad que vosotros tenéis ciertos instintos más desarrollados, pero en el fondo, toda persona, yo creo que al final busca cierta estabilidad emocional, que, fuera del matrimonio, es más complicada.

Para mi, la diferencia clave en el matrimonio católico, es que, las carencias humanas, las suple Dios.

Esto es cuestión de fe...pero, si no se tiene, entonces ¿para qué casarse por el rito católico?

Un abrazo

Al Neri dijo...

Cris, por supuesto soy defensor del matrimonio católico, no me malinterpretes, que a ver si ahora he quedado como un polígamo :-)

No generalizo, pero creo que algunos nos sorprenderíamos mucho si supiéramos los niveles de infidelidad que existen en la pareja. Te aseguro que el infiel no es el típico golfo seductor, hedonista y mujeriego que muchos pueden imaginar.

No creo que pensar que los hombres son polígamos por naturaleza responda a no tener Fe (bueno, no sé si es esto lo que quieres decir). También pienso que los seres humanos son egoístas, soberbios y codiciosos por naturaleza, lo que no me impide valorar muchísimo la Iglesia y la Fe como instrumentos casi milagrosos para paliar estas "tendencias".