martes, 21 de octubre de 2008

MOTIVAR, UNA HERRAMIENTA PARA LA EDUCACIÓN

Los que somos padres, tenemos claro que una prioridad en nuestra vida es y debe ser proporcionar a nuestros hijos una completa y correcta formación en todos los ámbitos.

Ultimamente, debido a dificultades particulares que tenemos con uno de nuestros hijos de cara a la motivación para el estudio, he estado reflexionando sobre algunas cuestiones relativas a mi actitud.

-¿Qué metas propongo a mi hijo como objetivo principal de cara a su formación?

-¿Hacia qué enfoco la necesidad de que estudie y se aplique?

-¿Qué demando del colegio y profesores de mi hijo...y qué me demandan a mi?
-¿En mi preocupación, doy prioridad al resultado que "quiero" obtener o al problema del que pueda partir este "fracaso"?

Y es que cuando un hijo obtiene unos resultados académicos poco satisfactorios acompañados de una actitud negativa hacia el estudio...rápidamente a todos nos entra el tembleque y el pánico a los suspensos, al fracaso escolar, al futuro académico...

Por supuesto, no entro en determinados prejuicios que todos tenemos sobre el hecho de sacar "malas notas": "qué dirán, vaya vergüenza, qué van a pensar en la familia, etc", cosas que a todos se nos pueden pasar por la cabeza, pero que, pensándolas, no son ni mucho menos lo más importante...

Yo me encuentro con bastantes dificultades para encauzar correctamente el asunto sin desanimarme, porque el proceso es lento y los padres...o al menos en mi caso, no "sabemos todo", y es muy útil y necesario, formarse y esforzarse para intentar comprender al hijo que pasa por esa situación, que nos desborda.

He dado un pasito en esta tarea...y os voy a exponer una visión recién adquirida:

Es cierto que aplicarse y estudiar es importante, pero quizá lo realmente importante no sea tanto bombardear al hijo con el "objetivo" que se supone vas a alcanzar si sacas buenas notas, como explicar el "servicio o la utilidad" que va a proporcionar el conseguir dicho objetivo.

¿Cual es la diferencia? La motivación.

Para explicar lo que quiero decir, pongo un ejemplo práctico:

Situación

-Hijo que llega a casa con malas notas o notita del profesor explicando su mal comportamiento o su bajo rendimiento en clase

Padre/madre: "Hijo, esto no puede ser, así no vamos a ninguna parte, estudiar es muy importante y necesario, si no lo haces, de mayor no podrás trabajar en nada que te merezca la pena, tus amigos irán a la universidad y tú te tendrás que poner a trabajar de cualquier cosa. La vida está muy dura; míranos a tu padre y a mi, estudiamos para tener buenos trabajos y ahora nos esforzamos para que tú tengas lo mejor...tienes que aprovecharlo.
¿Qué es lo que te pasa? Pensamos que eres un chico listo que sabes que esto es importante. No entendemos esta actitud, tu única obligación ahora mismo es estudiar".

Este tipo de respuesta creo que sería, lógica y normal,;a priori, supongo que a todos nos sale, y los razonamientos no están exentos de verdad, sin embargo se me plantean las preguntas:

¿Cuando hablo a mi hijo...me dirijo a él igual que lo haría a un compañero de trabajo o a cualquier adulto de mi entorno que viene con un problema, o a ellos les trataría con más benevolencia?

¿Como se sentirá el hijo al recibir esta charla?, ¿Como nos sentiríamos nosotros si ante un error o fracaso en el trabajo, nuestro jefe nos dijera lo mismo ?

Voy al ejemplo:

"Fulanito/a, esto no puede ser, este tipo de errores pasan factura a la empresa. Nosotros queremos empleados efectivos, porque si no, esto no funciona. Si cree que no puede desempeñar correctamente el cargo que se le ha asignado, quizá deba plantearse dejar la empresa o bajar a un departamento en el que la responsabilidad sea menor, esperábamos mucho más de usted, está claro que le habíamos sobrevalorado. Intente solucionar el tema cuanto antes o tomaremos medidas".
¿Qué siento al ponerme en el pellejo de Fulanito?

A nadie nos gusta trabajar bajo presión, sobre todo, como ocurre algunas veces, cuando no todos los factores dependen de nosotros.

En muchas ocasiones, los niños con estos problemas tienen un cociente intelectual elevado, incluso superior a la media...luego, si tienen capacidad...sería lógico pensar que la raíz del problema es de otra índole.

En la "charla" anterior, este factor quizá se ha pasado por alto, la prioridad es "que todo vaya bien", pero resulta que el niño, quizá no pueda encontrar respuesta a sus demandas, sencillamente porque no se identifica...porque no todos sus problemas están bajo su control. Es muy probable que ni siquiera sepa que tiene un problema.

Voy a ponerme en el papel del niño...¿Como me siento?

Ante esa situación me siento presionado, creo que no entendería bien ese concepto de "futuro", porque no forma parte de mi realidad inmediata, el sentimiento de "culpabilidad" ante la decepción que veo en mis padres se vuelve en contra de la "voluntad" que pudiera tener por solucionar el problema. No me siento capaz, temo un nuevo fracaso, una nueva decepción.

Llegados a este punto es lógico deducir que la autoestima irá descendiendo poco a poco y a medida que la dificultad en el ámbito académico aumente, el fracaso se incrementará.

Llegado a una edad determinada, este proceso tiene muchas probabilidades de desembocar en problemas de conducta que le pueden llevar a conflictos más graves.

Esto, que parece muy drástico, es una realidad para muchas familias. Toda montaña comienza por un grano de arena...

Plantearé ahora otras respuestas a la misma situación:

Padre/madre: "Hijo, vemos que tienes dificultades en el colegio y estamos preocupados por ti. Estudiar es importante, porque tú tienes cualidades que podrían ser muy útiles a los demás cuando crezcas y tengas que trabajar. Una persona inteligente como tú si se esfuerza, podrá elegir a qué se quiere dedicar de mayor...como eres un niño observador y paciente, podrías quizá ser científico y descubrir una fórmula para fabricar una vacuna, o quizá, con tu habilidad y creatividad, podrías ser arquitecto y construir un edificio impresionante; o con tu valentía y fuerza, igual puedes ser bombero y así podrías ayudar a salvar vidas.

Así el objetivo se centra en sus capacidades y no en sus logros.

Tú tienes todo eso y mucho más, pero las cosas no son fáciles, lo sabemos, sólo hace falta que quieras esforzarte y que nos cuentes en qué te podemos ayudar.

El esfuerzo, siempre es necesario en la vida, si lo intentas, poco a poco verás, como las dificultades van disminuyendo y descubrirás cuales son tus puntos fuertes. Tú eres valioso para nosotros, porque eres nuestro hijo y te queremos...pero seguro que te gustará serlo también para los demás y todas las cualidades que tienes, no se pueden quedar "escondidas" por dejar de intentar las cosas.

Aunque las cosas no hayan salido bien hasta ahora, no quiere decir que todo esté perdido. Si tú quieres, al final, verás como el esfuerzo, te compensa."

El resultado hasta ahora quizá no haya sido el esperado, pero el esfuerzo, siempre vale la pena. El camino recorrido, siempre enseña algo. El sufrimiento, a veces es bueno, nos hace crecer y nos impulsa a seguir. Siempre hay alguien que puede ayudarte...¡déjate ayudar!.

Jefe: "Fulanito/a, ha cometido usted un error en este trabajo, aunque es grave, podría tener solución, así que debe continuar esforzándose porque usted es una persona valiosa para la empresa y tiene muchas cualidades. Estoy seguro de que con su capacidad intentará buscar la mejor solución al problema, cuente con mi apoyo para lo que necesite. En lo sucesivo, tenga presente este fallo para evitar, si es posible, que vuelva a ocurrir. Confiamos en usted, en un futuro nos gustaría contar con su ayuda para tareas de mayor responsabilidad. Valoramos su esfuerzo en este asunto, siga trabajando en esa linea y pronto, verá mejores resultados.

Creo que un niño, como un adulto, necesita motivación para "hacer algo" , sobre todo, "para hacerlo de la mejor manera posible".

Sacar buenas notas nunca puede ser un objetivo a exigir, a priori, ya que, lo importante no es tanto el fin, sino el deseo de llegar a ese fin y el camino a recorrer...

Cuando uno camina es porque tiene un destino y desea llegar a él, porque yo creo que a nadie le gusta andar si rumbo y todos, necesitamos un "por qué" y un saber que lo que hacemos "tiene un sentido", aunque cueste.

¿Por qué estudio? Porque tengo cualidades...y tengo que formarlas, desarrollarlas y, en lo posible adquirir otras.

¿Para qué estudio? Para que esas cualidades unidas a una buena formación puedan ser útiles para mi y a los demás.

Intentar crear actitud positiva y predisposición para lograr el objetivo, creo que es esencial.

A todos nos gusta ser valorados por lo que somos...y que se tengan cuenta nuestras "cualidades".

Cuando se hace algo mal, también hay que tener capacidad para reconocerlo pero también, serenidad para saber que no es el fin del mundo y que las cosas, siempre se pueden enderezar, de una forma u otra, no hay que ser excesivamente tremendista.

A veces las consecuencias de nuestros actos no tienen remedio...en EDUCACIÓN, nunca, porque es un camino permanente en el que siempre hay que intentar abrir puertas...y nunca, tirar la toalla.

Espero que os haya parecido interesante mi "mini ensayo educativo"...ahora, me voy a aplicar el cuento, que falta me hace.

8 comentarios:

Hilda dijo...

Cris, interesante post. No soy madre pero los maestros de cierta forma somos padres de nuestros alumnos y eso del estudio y el desempeño escolar es algo que nos mueve el tapete.
A veces se lo achacamos solo al joven y no reflexionamos sobre la responsabilidad que nos toca.

Es bueno que los padres sepan que no lo saben todo, al igual que los maestros. Cuando alguien reconoce que no sabe todo y puede aprender, entonces todos salimos beneficiados. El creernos sabelotodos es pieza principal del fracaso.

Una de las cosas que más me preguntan mis alumnos es: ¿y eso que me enseña para qué me sirve? Tenemos que motivar y dar sentido a lo que enseñamos o aprendemos en cualquier ámbito.

Y ponernos en los zapatos del otro, creo que es clave, aunque más fácil de decirlo que de hacerlo.

Me encantó tu miniensayo educativo, y como soy asesora de alumnos me voy a fusilar, dos que tres frases para la próxima ves que uno de mis muchachos repruebe materias, ji ji

Y suerte para ti con tus nenes!!!

Un beso. Hilda

icue dijo...

Muy interesante tu entrada en un tema de tanta actualidad.
Si todos los padres se preocuparan de sus hijos como tu, otro gallo nos cantaria.
Hoy dia con el trabajo de los dos y los colegios que funcionan de aquella manera, pobres niños.
Haces bien en preocuparte de ellos, es la mejor inversión que se puede hacer.
Saludos

lojeda dijo...

Preciosa exposición, y además tratada desde la filosofía de la lógica y sobre todo desde el amor que se les tiene a los hijos.
Yo siempre he pensado que con presión no se gana nada, y que es mucho más efectivo hablar desde la ternura y la secillez, porque a nadie nos gusta que nos hablen mal.
Decía el Padre Claret que: "más moscas se cogen con una gota de miel, que con un litro de vinagre".
El buen tono y el cariño al dirigirnos, no solo a los hijos, sino a todo el mundo, conquista mas corazones, que un discurso, por buen preparado que esté.
Enhorabuena Cris, por haber tocado este tema, porque no solo viene bien para encauzar a los niños a que estudien, sino en todos los ámbitos de la vida.
Esta noche nos vemos en el saloncito, bueno si puedes, porque Ana y yo estaremos allí.
Un besazo

Desire dijo...

Cris excelente tu exposicion sobre este tema tan actual, si me lo permites me lo copio, imprimo para leerlo de vez en cuando y que no se me olvide, es tan dificil muchas veces motivar a nuestros hijos que cometemos este tipo de errores. No hay una escuela para ser padres solo podem os guiarnos por las experiencias de otros que han pasado por lo mismo. Gracias

alter-ego dijo...

Hola Cris,totalmente te apoyo.Me cuesta horrores educar cristianamente a mi hijo y eso que vá a un colegio de monjas,el problema es que es concertado.
Y los deberes no te digo nada,mi mujer está encima de él cada día.Mis saludos.

Luis y Mª Jesús dijo...

Querida Cris:
Me ha gustado mucho tu entrada.
Nosotros tenemos tres hijos con déficit de atención, es un problema genético y muy frecuente en los peter pan. No pasa nada porque son niños adorables y obedientes pero tienen una dificultad añadida, que terminan superando. Los mayores estudian ya muy bien, aunque, de repente, se desconcentran y pueden sacar en una asignatura en un ex´smen sobresaliente y otro día en la misma materia un 2, pero poco a poco y con paciencia lo superan. A Luisin de 10 años le hemos puesto un tratamiento muy suave y pasó de decir el año pasado que a el las proteinas le importaban un pimiento a decir este año que le interesa mucho todo lo de las células. Son niños que exigen estar muy encima, pero para eso estamos los padres.
Me preocupa más que las notas el que en las relaciones sociales a veces no captan cosas que para otros son evidentes, aunque captan otras que a los demás nos pasan despercibidas.
Un beso
María Jesús

Anónimo dijo...

Muy interesante y práctica tu exposición Cris. Como tu dices:larga, pero añado yo: tiene mucha sustancia. saludos

CRIS dijo...

Veo que os ha interesado el tema y me alegro.

Hilda...no hace falta que seas madre, como profesora creo que tienes una labor fundamental, los padres no podemos llevar a cabo todo esto solos, sin la colaboración de los profesores. Te contaré más en detalle.

Icue, gracias nuevamente por tu aportación. Realmente no sé concebir las cosas sin implicarme, pero es cierto que la dejadez y la falta de preocupación de muchos padres en aspectos de educación, es tremenda. Con lo de Educación para la Ciudadanía, lo veo, ¡Tanta gente que aún no sabe ni lo que es! Es increíble, pero lo he visto con mis ojos...

Luisa, los padres no lo sabemos todo...es cierto, pero a veces, aparte de lo que viene en el "manual de padres"...ese que está en el ADN y se activa en determinado momento de la vida...jajaja, aparte del manual, como te digo...hace falta un plus. Hablo por mi..eh?

Desiré es estupendo que te haya resultado útil, a mi también me ayuda ir descubriendo todos estos matices en la educación, son cosas que no siempre tenemos presestes.

Lojeda, gracias...tú eres una madre experta, confío mucho en tus pistas, jajaja.

Alter, hay que estar ahí...no nos queda otra. Te entiendo perfectamente.

Luis y M.Jesús...os he mandado un mail directamente...quería profundizar más en el tema que planteáis en el comentario.

Anibal, gracias...siempre eres una fuente de "autoestima".

Un abrazo a todos