viernes, 28 de noviembre de 2008

LA ILUSIÓN

¿Qué es la ilusión? La persona, la imagen del espejo...¿Qué es cierto...qué no lo es?, ¿Quién contesta?...será verdad, será mentira...¿será real, irreal?

No me he vuelto "Shakespeariana" (es genético, simplemente)...pero se acaba noviembre y empieza diciembre, un mes lleno de ilusión para muchos, sobre todo los niños...pero también los mayores...¿O la hemos perdido?

La verdad es que hay temas y temas...pero...hoy he recibido un documento gráfico impresionante...¿fantasía? No sé yo...Mirad fijamente...¿Bambi existe?

Impresionados, ¿eh?

Confieso que hay temas que me preocupan algo más que Bambi...aunque es fuerte...

Ayer, recogiendo a mis hijos del cole...escuché a unas niñas de unos 8 años hablar:

-"Los Reyes son los padres...está claro"
-"De eso nada...no lo son, yo les he visto y además, ¡ni que fueran millonarios mis padres!"
-"Si lo son...yo lo sé...me lo han dicho"

¿Os ha llegado ya el momento de enfrentaros a esa "realidad" de pregunta?
Yo me quedé hecha polvo...no me lo podía creer...¿Cómo que los Reyes son los padres...? Los Reyes, son los Reyes...o eso, o se olvidaron de meterme la corona en el kit que me dieron al salir de la maternidad....

Todos tenemos alguna vez dudas existenciales...si...pero esto...¡¡Los Reyes Magos!!

Me dieron ganas de ponerme el disfraz de Robin Hood...pero ayer, casualmente, no lo había metido en el bolso...simplemente, pensé...¡¡Qué faena!! Y me acordé de algo que a mi me gustó mucho cuando el gen "Shakespeariano" empezó a aflorar...

En la vida hay que ... "Tener ilusión...y querer creer" porque las cosas, no tienen por qué ser lo que parecen.

Aquí os dejo una "historia"...si la historia es real o no...Ahhhhh....¿Alguien se atreve a apostar?
Yo no conozco al autor...pero doy fe que existe...(si estás ahí...date a conocer, por favor)

LOS REYES MAGOS SON VERDAD

Apenas su padre se había sentado al llegar a casa, dispuesto a escucharle como todos los días lo que su hija le contaba de sus actividades en el colegio, cuando ésta en voz algo baja, como con miedo, le dijo:

- ¿Papa?
-
Sí, hija, cuéntame
-
Oye, quiero... que me digas la verdad
- Claro, hija. Siempre te la digo -respondió el padre un poco sorprendido
.
- Es que... -titubeó Cristina
- Dime, hija, dime.
-
Papá, ¿existen los Reyes Magos?

El padre de Cristina se quedó mudo, miró a su mujer, intentando descubrir el origen de aquella pregunta, pero sólo pudo ver un rostro tan sorprendido como el suyo que le miraba igualmente.

- Las niñas dicen que son los padres. ¿Es verdad?

La nueva pregunta de Cristina le obligó a volver la mirada hacia la niña y tragando saliva le dijo:

- ¿Y tú qué crees, hija?
- Yo no sé, papá: que sí y que no. Por un lado me parece que sí que existen porque tú no me engañas; pero, como las niñas dicen eso.

- Mira, hija, efectivamente son los padres los que ponen los regalos pero...
- ¿Entonces es verdad? -cortó la niña con los ojos humedecidos-. ¡Me habéis engañado!

- No, mira, nunca te hemos engañado porque los Reyes Magos sí que existen -respondió el padre cogiendo con sus dos manos la cara de Cristina

- Entonces no lo entiendo, papá.

- Siéntate, cariño, y escucha esta historia que te voy a contar porque ya ha llegado la hora de que puedas comprenderla -dijo el padre, mientras señalaba con la mano el asiento a su lado.

Cristina se sentó entre sus padres, ansiosa de escuchar cualquier cosa que le sacase de su duda, y su padre se dispuso a narrar lo que para él debió de ser la verdadera historia de los Reyes Magos:

- Cuando el Niño Dios nació, tres Reyes que venían de Oriente guiados por una gran estrella se acercaron al Portal para adorarle. Le llevaron regalos en prueba de amor y respeto, y el Niño se puso tan contento y parecía tan feliz que el más anciano de los Reyes, Melchor, dijo:

- ¡Es maravilloso ver tan feliz a un niño! Deberíamos llevar regalos a todos los niños del mundo y ver lo felices que serían.
- ¡Oh, sí! -exclamó Gaspar-. Es una buena idea, pero es muy difícil de hacer.
No seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones de niños como hay en el mundo.
Baltasar, el tercero de los Reyes, que estaba escuchando a sus dos compañeros con cara de alegría, comentó:

- Es verdad que sería fantástico, pero Gaspar tiene razón y, aunque somos magos, ya somos ancianos y nos resultaría muy difícil poder recorrer el mundo entero entregando regalos a todos los niños. Pero sería tan bonito.

Los tres Reyes se pusieron muy tristes al pensar que no podrían realizar su deseo. Y el Niño Jesús, que desde su pobre cunita parecía escucharles muy atento, sonrió y la voz de Dios se escuchó en el Portal:

- Sois muy buenos, queridos Reyes, y os agradezco vuestros regalos. Voy a ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo. Decidme: ¿qué necesitáis para poder llevar regalos a todos los niños?

- ¡Oh, Señor! -dijeron los tres Reyes postrándose de rodillas.
Necesitaríamos millones y millones de pajes, casi uno para cada niño que pudieran llevar al mismo tiempo a cada casa nuestros regalos, pero. No podemos tener tantos pajes., no existen tantos.

- No os preocupéis por eso -dijo Dios-. Yo os voy a dar, no uno sino dos pajes para cada niño que hay en el mundo.

- ¡Sería fantástico! Pero, ¿cómo es posible? -dijeron a la vez los tres Reyes con cara de sorpresa y admiración.

- Decidme, ¿no es verdad que los pajes que os gustaría tener deben querer mucho a los niños? -preguntó Dios.

- Sí, claro, eso es fundamental - asistieron los tres Reyes.

- Y, ¿verdad que esos pajes deberían conocer muy bien los deseos de los niños?

- Sí, sí. Eso es lo que exigiríamos a un paje -respondieron cada vez más entusiasmados los tres.
- Pues decidme, queridos Reyes: ¿hay alguien que quiera más a los niños y los conozca mejor que sus propios padres?

Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezando a comprender lo que Dios estaba planeando, cuando la voz de nuevo se volvió a oír:

- Puesto que así lo habéis querido y para que en nombre de los Tres Reyes de Oriente todos los niños del mundo reciban algunos regalos, YO, ordeno que en Navidad, conmemorando estos momentos, todos los padres se conviertan en vuestros pajes, y que en vuestro nombre, y de vuestra parte regalen a sus hijos los regalos que deseen. También ordeno que, mientras los niños sean pequeños, la entrega de regalos se haga como si la hicieran los propios Reyes Magos. Pero cuando los niños sean suficientemente mayores para entender esto, los padres les contarán esta historia y a partir de entonces, en todas las Navidades, los niños harán también regalos a sus padres en prueba de cariño. Y, alrededor del Belén, recordarán que gracias a los Tres Reyes Magos todos son más felices.

Cuando el padre de Cristina hubo terminado de contar esta historia, la niña se levantó y dando un beso a sus padres dijo:

- Ahora sí que lo entiendo todo, papá. Y estoy muy contenta de saber que me queréis y que no me habéis engañado.

Y corriendo, se dirigió a su cuarto, regresando con su hucha en la mano Mientras decía:

- No sé si tendré bastante para compraros algún regalo, pero para el año que viene ya guardaré más dinero.
Y todos se abrazaron mientras, a buen seguro, desde el Cielo, tres Reyes Magos contemplaban la escena tremendamente satisfechos.
Yo no sé vosotros, pero yo todos los años le doy mi carta al paje, el que viene a mi parroquia...el que sé que tiene linea directa...porque nunca me ha fallado...y yo sé que todas las cosas que jamás podría adquirir en una tienda y que verdaderamente deseo...solo los Reyes Magos, intercediendo desde el Cielo...pueden ser los que me las hayan traído...

Besos....¡¡¡Buen fin de semana!!!

13 comentarios:

AleMamá dijo...

A mis niños les dije la verdad cuando el mayor me preguntó con una lógica que ya anunciaba al ingeniero que es:
-Mamá, lo del nacimiento de Jesús está muy bien, lo que no entiendo es dónde cabe el "Viejito Pascuero" (Santa Claus). Ante tamaño sentido común, "maté al impostor", para él, y yo sabía que esa misma navidad lo sabrían los don menores que teníamos entonces. Luego llegaron dos hijos más.

Guerrera de la LUZ dijo...

Aiiis es buenísimo ese relato Cris, yo lo tengo desde hace unos años y siempre lo tengo presente en Navidad.

Muy bien que lo publiques, es una explicación maravillosa para que los niños no se sientan defraudados.

Un beso.

alex- dijo...

Me encanta Cris.Mi peque es un bebé aún pero espero acordarme de la historia.Un besazo.

alter-ego dijo...

Hola cris,mi hij ome lo ha preguntado y mi respuesta es:

Los reyes están dentro de nuestros corazones,digan lo que te digan,siempre los tendrás en tu corazón.¡Vivelos!.
Te felicito cris.Los llevamos dentro Cris y eso es lo más importante de nosotros..
Te deseo a tí y a los tuyos un buen fin de semana.

Joana dijo...

Que lindo Chris!! esta historia es preciosa!! que lindo de leerla ahora que nos estamos preparando para estas hermosas fechas!
Y es verdad, la Ilusión nunca se debe perder, siempre tiene que estar en nuestros corazones!

Besitos y que tengas un lindo fin de semana!

Luis y Mª Jesús dijo...

En casa el día de Reyes es el más emocionante del año, los mayores son los que imprimen más tensión e ilusión a la noche, hasta el punto que hemos decidido que la cena de Reyes se celebra en fuera - en una pizzería- para que los Reyes no lleguen extenuados a colocar los regalos. El día de Reyes es agotador, vienen abuelos y primos a comer, a jugar y comentar los regalos de los Reyes. Desde tres meses antes en casa no se compra ropa ni zapatos ni de objetos de deporte. Comentaba hace unos días que cuando Fran tenía 6 años llegó diciendo "¡los Reyes son los padres de Sergio Conty!". Tenía su lógica porque eran dueños de una tienda de deportes donde se debían aprovisionar los Reyes porque casi todo lo que traían lo podíamos cambiar allí. Los Reyes estaban empeñados en promocionar el deporte.
Pronto hundí toda su lógica con una sencilla argumentación: "no seas tonto, ¿cómo iban los padres de Sergio Conty a poder dar regalos a todos los niños del mundo?". Coincidimos en imaginar que los Reyes se servirían de muchos almacenes para ayudarles en su costosa y emocionante empresa.
Yo creo en los Reyes, si jurara lo juraría. Durante años, desde que el mayor supo hablar, pedían a los Reyes un hermanito, a veces yo estaba agobiada y negociaba con ellos "¿no será mejor pedírselo para el año que viene?".
Un beso
María Jesús

TORO SALVAJE dijo...

Es una historia preciosa.

Me ha gustado mucho.

Besos.

Anónimo dijo...

No me encuentro en ese dilema de tener que decir la verdad a los niños. La película de bambi uffff creo que la habré visto como una docena de veces. Me encntó.

Un saludo

Hilda dijo...

1.- Espero que a este bambi le dure más tiempo la mamá ji ji
2.- Me encantó tu post, voy a imprimir la historia para cuando tenga que aplicarla je je
saludos cariñosos. Hilda

Gonover dijo...

Que curioso, sin tanta parafernalia, pero es más o menos lo que me explicó mi padre, y lo que pienso hacer yo cuando tenga hijos.

Los Reyes sí existen, los padres son sus embajadores o representantes en la Tierra, rememorando lo que hicieron éstos con el Niño Jesús. No es una iniciativa propia de los padres, sino una especie de encargo para facilitar el trabajo a los Magos.

icue dijo...

Cris.
Que bien que traigas esta historia, es muy expresiva y seguro que ayudará a muchos.
En algún comentario dicen que a Los Reyes los llevamos en el corazón, es tan bonito amar ese dia a los demás desinteresadamente.
Con gran admiración

ARCENDO dijo...

Preciosa y utílisima historia, la tendré en cuenta. Besos agradecidos.

CRIS dijo...

Alemamá...mis hijos mayores, de 9 y 7 ya han oído mucho...pero de momento...se resisten...nosotros aún no les hemos contado la historia, pero no creo que pase de este año...yo, a no ser que sea aquí te pillo aquí te mato...guardo un silencio prudente...jajaja.

Guerrera, me alegro de que tú también conocieras la historia, la verdad es que no sé quien la escribió, a mi me llegó hace un tiempo y la verdad es que me parece un acierto.

Alex, seguro que te acordarás...y si no, guárdala por ahí, porque el momento te llegará antes o después.

Alter, ¿Qué tal se lo tomó tu hijo? A mi me da un poco de miedo que se chiven a los peques...

Joana, yo creo que es estupendo tener ilusión por ciertas cosas...es como un motorcillo que alegra la vida.

Luisa...¿Cómo no ibas tú a tener ilusión viviedo con Peter Pan? Jajaja

Maria Jesús, me lo imagino totalmente, además yo creo que en las familias numerosas, o muy numerosas, el día de Reyes siempre se celebra con un cariño especial...al menos, en mi familia, lo vivimos un montón.

Torosalvaje...me alegro de que te gustase la historia...sensibilidad de poeta.

Bardinda, bienvenidia a mi blog, encantada de verte por aquí y de que participes. Lo importante de la historia es saber que los Reyes Magos existen y están ahi, cerquita...para que depositemos nuestros buenos deseos y ellos, desde el Cielo, puedan interceder por nosotros. Da igual que no tengas que contarles la historia a tus hijos, mantener la iluisón es lo importante.

Hilda...yo también espero que este bambi le dure más la mamá...aunque, ¿Qué me dices de la amistad?

Gonover, yo me enteré con 6 años en el cole...(luego me dicen que soy una niña precoz...), no recuerdo qué historia me contaron mis padres, sólo sé que es una fiesta que siempre hemos celebrado mucho en mi familia y que nos encanta...Lo de los Reyes en el Cielo, eso, no me lo planteé hasta que fui más mayor, pero quiero que mis hijos lo vivan así el día que se enteren, sobre todo, porque pienso que es verdad.

Icue, muchas gracias por tus palabras. Me quedo con tu frase: "es bonito, aunque sea por un día, amar a los demás desinteresadamente".

Arcen...¿no la conocías? Pero si tú eres un coleccionista de documentos...Me alegro de que haya resultado útil...

Un abrazo a todos...me encantaron vuestros comentarios.