jueves, 30 de octubre de 2008

APRENDIENDO A PERSEVERAR

Nunca es tarde para aprender...la clave está en "querer hacerlo".

Hoy medito sobre lo difícil que me resulta perseverar a veces, cuando no veo resultados...

Y es que estamos inmersos en la cultura de lo inmediato...me considero parte de una generación a la que "se nos ha dado todo"...y en consecuencia, algunas virtudes, no las tenemos suficientemente desarrolladas...entre otras...la paciencia.

Yo soy de la generación de la comida rápida, de la tarjeta de crédito, del "click"...Y esto, sólo va a más.

Queremos la vida fácil, los menores problemas posibles, encajar en el puzzle...

Lo malo, es cuando vienen "los problemas reales", como diría mi amiga MªJesús,... entonces el botón izquierdo del ratón ya no me arregla la vida, no llega la solución en la moto de TelePizza tras una simple llamada, no puedo pasar la Visa Electrón y salir pitando.

Las personas...no funcionamos así...y la vida, al final, tampoco.

Reeducarnos en esto...parece fácil, pero no lo es, porque estamos profundamente inbuidos de esta necesidad de que se nos satisfaga al instante...

Yo tengo además una realidad que me obliga a "reeducarme" imperiosamente, simplemente porque pertenezco a un "sector de la población", que especialmente tiene y debe aprender que las cosas, no son así...

Ahí estoy yo...lo sufro...y lo anhelo...Pero no veas si cuesta...

¿A qué me refiero?....Amigos, ¡Soy madre!

Cada persona, en teoría, puede administrar su vida libremente, pero...¿Qué ocurre cuando tienes hijos a tu cargo?

Tienes una responsabilidad...una responsabilidad natural pero también una responsabilidad condicionada por los objetivos que marca la sociedad, y que, muchas veces, se dan de narices con los valores o prioridades de los propios padres, y mucho más con las características del propio hijo.

Habrá quien tenga hijos que se aproximen a los "cánones de perfección" que marca el mundo de hoy...

Pero...si yo no soy perfecta...¿Cómo puedo exigir a mi hijo que lo sea?

Si se pregunta a unos padres:
¿Qué queréis para vuestro hijo?
Respuesta lógica: "Que sea feliz"
Pero...¿Qué eso de ser feliz?, ¿Qué es para ti la felicidad?

(Venga, venga...ya estáis pensando, eh?)

Pues si la respuesta la tuviéramos que dar según el listón que marca la sociedad, sería:

-Que estudie.
-Que saque buenas notas.
-Que encuentre un buen trabajo.
-Que tenga un buen sueldo.
-Que disfrute.
-Que sea alguien en esta vida.
-Resumiendo; que tenga salud, dinero y amor...

Pero...¿Y si me tuviera que plantear la respuesta de forma diferente?

¿Y si mi hijo a día de hoy no lleve el camino para poder cumplir ese canon...siendo mi deber de educar el mismo que el de los demás?

¿Como lo hago sin desesperar en el intento?

Quizá, pensando en esas cosas no como un objetivo, sino como un medio...es decir...orientando las miras hacia otras "Prioridades".

Pero...¿Estoy preparada para exigir a mi hijo otros "objetivos" que verdaderamente sean más importes y le ayuden?, ¿Predico con el ejemplo?

Muchas veces exigimos a nuestros hijos cosas que no "saben" o no "pueden dar", simplemente, porque la sociedad, el colegio, la tele...nos lo exige.

Muchas veces damos a los "valores"(cosas con valor en sí mismas; ej: dinero), categoría de "virtudes"(cosas que adquieres y desarrollas; ej: honradez).

Muchas veces queremos que nuestros hijos lleguen a todo...y que lo hagan ya...¿aceptamos bien sus fracasos?

Muchas veces, educando, perdemos la perspectiva de que lo primero, siempre es la persona...y cada persona tiene un ritmo...unas características.

Muchas veces, tenemos que aprender...y cambiar el chip, no del hijo...sino el nuestro.

¿Quién dijo que ser padre era fácil?

Me doy cuenta de la importancia de que "saber esperar" y "perseverar", es importante en el camino de los padres a la hora de educar...y eso, lo tenemos a nuestro favor, porque, por un hijo...se hace lo indecible y se lucha a tope...porque tenemos la mejor de las motivaciones... "El amor".

El amor mueve montañas...¿No bastará entonces para esforzarse por cambiar el chip y nadar a contra corriente?

Yo creo que, para empezar tengo que intentarlo.

7 comentarios:

icue dijo...

Al final de tu entrada llegas a una conclusión muy clara, el amor, esa es la base, y si ese amor es a Dios primero y luego a los demás, cumplimos con el primer mandamiento de la Ley de Dios.
Saludos cariñosos

Ana dijo...

Lo que pasa es que (al menos en mi caso) me juega en contra la ansiedad. Eso a veces limita mi perseverancia, porque quiero todo YA!

Sergio dijo...

Sí.. el buen humor ante todo.. es cierto. Pero la paciencia.. la esperanza.. el buen ejemplo.. y hoy en día, siempre que se pueda: el diálogo con los hijos, falsos muros e falsos valores se caen enseguida con la coherencia de la palabra.

En ocasiones tras charlar con alguno de mis hijos.. se les escapa una sonrisa "me has pillado" dice su sonrisa.. y es que están formándose y necesitan referentes cercanos, habituales, seguidos.. sí la sociedad empuja fuerte.. pero la libertad se ha de aprender a usarla, y esa es nuestra gran tarea.. una libertad bien entendida, unos márgenes.. y sobre todo el desarrollo y comprensión del porque los valores de las virtudes son los mejores.

Porque en definitivas cuentas el alma manda.. y quién no sabe darse cuenta las cosas del mundo, pueden convertirse en fustigadores del alma, y se trata de paliar con el sicólogo. Yo tengo algún amigo que lo tienen todo y su hijo de 13 años va al sicólogo con asiduidad.. ¿porque? pues por falta de referentes.. no ven horizontes.. osea que lo verdaderamente factible no es en lo que se tiene sino en lo que se siente y como se siente.. y eso queramos o no son cosas del alma, no de otra cosa. -Aunque en este punto los sicólogos, supongo me lo quieran rebatir, pero esta es mi opinión-.

Una buena educación a ser buenos y ver realmente el fruto de los valores de las virtudes. Hoy día no hay conciencia ni confianza en eso.. los valores actuales son contravalores.. hedonismo, egoísmo, trepas... se da todo por nperdido, como si fuésemos animales en una jungla, esa es la historia. Pero esa historia no trae la paz a nuestra alma, al revés nos trae desesperanza, y así se va cayendo..

Sería mas largo de hablar pero he tratatdo de hacer una síntesis de mis opiniones.

Yo siempre digo que las cosas de la vida son muy sencillas, si nos paramois a pensar y meditar, somos las personas las que las hacemos complicadas.

En definitivas cuentas, siempre se acaba dando uno cuenta de que todo se resume en que las cuestiones positivas=Amor.

Ese don gratuito tan depreciado hoy día.

Que pasen un buen día..

Hilda dijo...

Híjole Cris, que difícil, me refiero a qué difícil tomar decisiones cuando es otra vida la que depende de nosotros. No soy madre, pero admiro profundamente a quienes lo son y se preocupan por hacerlo bien. Nadie nos enseña a serlo como si el instinto fuese suficiente.
Yo creo que si los seres humanos siempre amásemos y tuviésemos paciencia y perseverancia, el mundo sería totalmente distinto. Habrá que hacer lo mejor que podamos.
Saludos cariñosos. Hilda

Luis y Mª Jesús dijo...

Hace dos años aproximadamente pregunté a Luis -entonces 8 años- ¿pero tú que quieres ser de mayor?. Me contestó ¿es que de mayor no puedo ser yo?.
El problema de Luis somos los demás, que no le entendemoss.
Un beso
María Jesús

CRIS dijo...

Icue...qué facil es amar y qué complicado a la vez...¿Verdad?

Luisa...el humor es necesario hasta para respirar...con tanta hipocondria suelta, incluso eso es un riesgo...sobre todo en esta época de virus pululantes...jajaja.

Ana...no te ansies mucho...que total, todos los minutos duran 60 segundos...aunque con los niños, cuando están pesaditos...parecen durar 200.

Jajaja MªJesús...vuestro hijo es un diplomático, creo que esa es la forma fina de deciros: "¿Pero por qué no me dejáis en paz de una vez?"

Yo siempre me acuerdo de ese versículo del Evangelio que dice: "Padres, no exasperéis a vuestros hijos..." (¿Seré yo, maestro?)

Hilda...yo lo que creo es que ahora, todo es más complicado y además, nosotros mismos lo complicamos también. Bueno, es lo que nos toca, la era de la "mega-información"...tenemos tantos datos de todo...que vivimos acogotados, jajaja.

Un beso

JORGE dijo...

Apreciada en Cristo Cris,

Tu post me ha hecho recordar que hace como 25 años yo era Director de una sede parroquial de un movimiento. En una oportunidad me reuní con los papás de los jóvenes y les pregunté "¿Qué quieren que sus hijos lleguen a ser? la respuesta fue unánime: "Buenos Cristianos". A continuación les hice ver que la mayor queja que yo recibía de los chocos, era que sus papás les hacían problemas para que vayan a la parroquia, porque les exigían más cumplir con los objetivos del mundo, principalmente. Les hice ver la contradicción y quedaron contentos y lo principal es que hubo un cambio de actitud.

Y es que el amor de un padre quiere lo mejor para el hijo, pero eso hay que saberlo reflexionar, porque a veces seguimos "ciegamente" lo que nos dice el mundo, y no somos consecuentes con los objetivos que finalmente esperamos.

Gracias y bendiciones