Ya estamos a vueltas con el dichoso cupido y el ramo de rosas...hoy lunes aún no he superado el momento "x" en que te hacen la dichosa preguntita del 14 de febrero..."Qué, ¿te han regalado algo hoy?", ante la expectación por la respuesta, todos ponen en marcha el termómetro del amor para medir el cariz de ese momento interplanetario en que un sí o un no, se prestan a la broma fácil....Tranquilos, superé la prueba, aunque eso no me inquieta.
Sin embargo, al hilo del tema, hace unos días escuché algo que me llamó profundamente la atención ya que nunca lo había oído antes y que sí me inquietó, más que nada, me clavó la flecha a base de bien, ahí donde duele...fue una disertación sobre "el amar" y "el querer" al hilo del conocido diálogo evangélico entre Pedro, el discípulo y Jesús, el maestro:
"15 Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: "Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?" Le dice él: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Le dice Jesús: "Apacienta mis corderos."
16 Vuelve a decirle por segunda vez: "Simón de Juan, ¿me amas?" Le dice él: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Le dice Jesús: "Apacienta mis ovejas."
17 Le dice por tercera vez: "Simón de Juan, ¿me quieres?" Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: "¿Me quieres?" y le dijo: "Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero." Le dice Jesús: "Apacienta mis ovejas." (Jn 21, 15-17)
"15 Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: "Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?" Le dice él: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Le dice Jesús: "Apacienta mis corderos."
16 Vuelve a decirle por segunda vez: "Simón de Juan, ¿me amas?" Le dice él: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Le dice Jesús: "Apacienta mis ovejas."
17 Le dice por tercera vez: "Simón de Juan, ¿me quieres?" Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: "¿Me quieres?" y le dijo: "Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero." Le dice Jesús: "Apacienta mis ovejas." (Jn 21, 15-17)
Yo nunca había apreciado el detalle en el uso de estos dos verbos, tan iguales, pero tan distintos, en este diálogo.
Parece un capricho, pero, en realidad no está escrito así al azar, la explicación léxica a este juego de palabras la podéis encontrar más detallada en el siguiente enlace, ¡No dejéis de leerlo!:
http://www.aguasvivas.cl/revistas/19/griego.htm
La explicación trascendente, la que me pone el dedo en la llaga, puedo explicarla con otra reflexión que escuché anteayer y que me pareció profunda y acertada: "El que quiere, lo exige todo; el que ama, lo da todo".
La explicación trascendente, la que me pone el dedo en la llaga, puedo explicarla con otra reflexión que escuché anteayer y que me pareció profunda y acertada: "El que quiere, lo exige todo; el que ama, lo da todo".
¿Y dónde estoy yo en todo esto?
Ayer fue San Valentín y parece que es obligado regalar y que te regalen; decía el profesor de inglés de mis hijos que en Estados Unidos, empezó con la connotación romántica de la pareja, pero que muchos solteros se ofendían y que ahora, San Valentín es una fiesta de la "amistad", para que todos se sientan "queridos"...y es que es inevitable, si queremos que nos quieran, cómo en toda reinvindicación, partiremos de una exigencia.
En nuestra vida y con los que nos rodean, ¿qué hacemos todos si no es exigir?
Exigir a nuestro marido o mujer...que se ocupe, que nos entienda, que nos mime, que dé se cuenta de, que haga tal y cual...
Exigir a nuestros hijos...que obedezcan, que cumplan, que se porten bien, que ayuden...
Exigir a nuestros amigos...que nos llamen, que nos valoren, que nos reconozcan, que no se olviden de nuestro cumpleaños...
Exigir a nuestro trabajo...que nos suban el sueldo, que nos tomen en consideración, prestigio...
Exigir a nuestra vida...que no nos falte de nada, vivir cómodamente, llegar a fin de mes, tener salud, llegar a todo y hacer de todo.
Exigir a nuestro yo...abarcarlo todo, no tener errores, estar y parecer guapos, ser listos, ser supercalifragilísticoespialidosos...
¡Y luego decimos que estamos estresados!
Todos queremos que nos quieran...y queremos a otros, pero el amar está al alcance de pocos...y el que nos amen, es un privilegio no muy común, una alegría, una fiesta...algo muy poco estresante, desde luego.
Yo me veo incapaz, sinceramente, y esto quizá me entristezca un poco, como a Pedro...pero ser conscientes de nuestras limitaciones es el único camino para intentar superarlas.
Yo siempre admiro a los que saben vivir en el "agape" de dar sin esperar nada a cambio, o incluso recibiendo desprecios...yo humanamente sólo lo consigo a retazos...a instantes.
Lo que está claro es que no pierdo la esperanza, porque en el amor, los límites los pone uno y cómo en todo, la clave está en "querer, querer"...no basta con una declaración de intenciones, hay que ponerse a "currar".
Yo estoy convencida de que "queriendo querer", el amar...surge, a pequeñas ráfagas o a raudales...pero surge...y no sólo eso, sino que además, permanece.
A mí al menos, me carga de ganas de tener más de esos pequeños momentos en los que sientes que la vida se llena cuando tú te vacías... y en los que San Valentín, se celebra todos los días.
Nada es imposible...y si no, que se lo digan a Pedro.
Y si alguien quiere mandarme rosas...gustosa las acepto.
;)
9 comentarios:
Yo soy una de aquellas que celebro todos los dia San Valentin...
Y con mucho gusto te envio estas rosas romanas para que pueda llegar el parfume hasta ti!
Un abrazo Cris!
Dame tu dirección para enviarte las rosas que te mereces por este maravilloso post.
"Querer querer" no hay otra opción, lo demás son florituras que no se pueden mantener para siempre.
Un beso
Pues me hubiera encantado discutir contigo un poco o matizarte ésto o aquello o... pero ahora es la cuarta o quinta vez que leo tu "breve" entrada, con el enlace (que está muy bien, la verdad) y no veo por dónde entrar a matar. Sólo te diré que si vivieras como te expresas, serías la leche. Pero, en fin, de momento, a mí ya me has orientado la cuaresma (y los próximos años de vida). Gracias.
Amar es un privilegio.
Que no suele durar demasiado.
Después llegan los sucedáneos.
Qué le vamos a hacer.
Besos.
Fabi, ¡¡qué afortunada!!, por mi parte recojo las rosas que a mi salón le hacen muchísima falta, jajaja.
Militos, gracias por las rosas, yo ya sé que tú tienes el secreto.
Almudena, estoy segura que si tuviéramos la ocasión de discutir sobre el tema, me darías sopas con ondas, jajaja...(me remito a tiempos pasados), respecto a lo de vivir cómo me expreso, si te refieres al fondo, te doy la razón, sería la leche...Si te refieres a la forma, lo malo es que, me sale sólo...y así me luce el pelo, jajaja.
Toro, un sucedaneo del amor...siempre tiene que ser bueno...los sucedaneaos del querer son variados y casi siempre, dolorosos.
Un abrazo a todos
Era muy detallista hasta que conocí a Luis, al que se le puede pedir mucho porque da mucho pero no precisamente detalles, la solución para no quemarme: dejar de ser detallista. Quizá no sea la óptima pero a mi me funciona.
Lo de las rosas con la crisis más vale que no se le ocurra.
Besos
Yo os iba a haber subido otro menú de San valentín y al final nada. Para el año que viene.
Me gusta siempre lo de "querer querer".
Un abrazo Cris.
(espero que se hayan solucionado los problemas con el robot de spam q te entraba) ;)
M.Jesús...me siento identificada con tu comentario, pero a mí me remuerde la conciencia...y al final, no puedo ir contra mi propio yo, así que, mi postura es más la de "no esperar nada" y así, a veces, me sorprendo.
Guerrera, no se me han solucionado los problemas, dejé la palabra unos días, cómo me dijiste, pero en cuanto la he quitado me ha entrado otra vez. Además, en el otro blog, también me ha entrado otro, aunque en ese tenía la moderación de comentarios y no se ha publicado...¡¡Qué rollo!!, "quiero querer que la gente deje de aburrirse tanto y hacer la puñeta". No me gusta dejar la palabra de verificación, pero no hay otra...en fin.
Besos
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